Puntos clave
1. La Visión: Respondiendo a la Pregunta Eterna de “¿Quién es el Mejor Luchador del Mundo?”
Todos los hombres sueñan: pero no por igual. Aquellos que sueñan de noche, en los polvorientos rincones de su mente, despiertan de día para descubrir que fue en vano; pero los soñadores del día son hombres peligrosos, porque pueden actuar su sueño con los ojos abiertos, para hacerlo posible.
Una búsqueda de toda la vida. Art Davie, ejecutivo de publicidad con experiencia en boxeo y artes marciales, se movía por una pregunta simple y antigua: “¿Quién ganaría en una pelea real?” Esa curiosidad, nacida de un encuentro de lucha libre en su infancia y de la historia de un marine sobre un boxeador tailandés contra un luchador indio, se convirtió en su obsesión. Imaginó un torneo donde distintos estilos de combate se enfrentaran, sin filtros ni artificios, para encontrar al verdadero “Superman” del combate.
Raíces antiguas, ambición moderna. Davie se inspiró en el Pankration, un deporte olímpico antiguo que combinaba golpes y agarres, y en el Vale Tudo brasileño, una tradición de peleas sin reglas. Vio un mercado para este espectáculo crudo, distinto a la lucha libre coreografiada o a los eventos de artes marciales con reglas estrictas. Su propuesta inicial, “El Mejor Luchador del Mundo”, buscaba llevar esta visión a un gran escenario público, apuntando primero a un patrocinador cervecero.
Más allá del ring. Davie creía que los deportes de combate tradicionales, como el boxeo, a menudo no respondían a la pregunta fundamental sobre la verdadera efectividad en la pelea. Estudió combates históricos de estilos mixtos, notando cómo las reglas solían diluir su autenticidad. Su objetivo era crear un evento que eliminara esas limitaciones, dejando que la habilidad y el estilo puro determinaran la supremacía, un concepto que consideraba listo para una audiencia global.
2. Aprovechando la Credibilidad: Alianza con la Invencible Familia Gracie
Arturo, Gracie Jiu-Jitsu, no es un estilo de artes marciales. Es una fuente de instrucción para el jiu-jitsu brasileño.
La pieza que faltaba. Davie reconoció su falta de credibilidad en el mundo de la lucha. Su solución: asociarse con la legendaria familia Gracie, famosa por su “Desafío Gracie” y sus afirmaciones de un estilo de jiu-jitsu invencible. A pesar de rechazos iniciales y del desinterés de Rorion Gracie por un evento a gran escala, Davie persistió, primero demostrando su habilidad en marketing con la venta de videos instructivos de los Gracie.
Una alianza lucrativa. La campaña de correo directo de Davie para las cintas “Fundamentos del Gracie Jiu-Jitsu” generó más de 150,000 dólares, probando su capacidad para monetizar el nombre Gracie. Este éxito financiero convenció a Rorion de asociarse en el proyecto “Guerra de los Mundos”, con Davie a cargo del negocio y Rorion aportando el invaluable nombre y reputación Gracie. Esta alianza, aunque a menudo tensa por el enfoque de Rorion en el legado familiar más que en los detalles comerciales, fue crucial.
El misticismo familiar. Los Gracie, especialmente el patriarca Hélio y el campeón Rickson, encarnaban un aura de invencibilidad. Su historia de desafiar a todos en Brasil y sus efectivas técnicas de lucha en el suelo aportaban el auténtico elemento de “estilo contra estilo” que Davie necesitaba. Incluso cuando Rorion decidió finalmente presentar al menos imponente Royce, el nombre Gracie por sí solo otorgaba la credibilidad necesaria para atraer a otros artistas marciales.
3. Búsqueda Incansable: Superando el Rechazo y el Escepticismo Constantes
Nunca lograrás que esto despegue. La gente ha hablado de esto por años. Nunca llega a nada.
Un coro de “no”. Davie enfrentó un aluvión de rechazos desde todos lados:
- Patrocinadores: Wisdom Imports rechazó el concepto por considerarlo “demasiado violento”.
- Cadenas de TV: HBO, Showtime y ESPN descartaron la idea; un ejecutivo incluso dijo que había una orden de “cerrarle la puerta en la cara” a propuestas de artes marciales.
- Comunidad de artes marciales: Muchas organizaciones y expertos consideraron el concepto “malo para las artes marciales”, temiendo que “corrompiera a la juventud” o expusiera la ineficacia de sus estilos.
Determinación obstinada. A pesar del escepticismo generalizado y la hostilidad abierta, Davie se negó a rendirse. Vio los rechazos como obstáculos temporales, no como callejones sin salida. Su tenacidad, un rasgo heredado de su padre, alimentaba su convicción de que el deseo del público por responder “¿qué arte es el más efectivo?” prevalecería al final.
Encontrando las grietas. Davie buscó estratégicamente nichos y caminos poco convencionales. Descubrió las leyes únicas de boxeo sin guantes en Colorado y los beneficios de registrar una LLC allí, convirtiéndolo en un lugar ideal y con poca regulación. También usó anuncios en revistas de artes marciales, incluso con “trucos” en los detalles, para atraer peleadores dispuestos a adentrarse en lo desconocido, demostrando su compromiso inquebrantable con su visión.
4. Hype Estratégico: Creando un Espectáculo con “Sin Reglas” y un Arena Única
Esta es la búsqueda del verdadero Superman.
El toque de Milius. Para elevar el evento más allá de una simple pelea, Davie reclutó al director nominado al Oscar John Milius como Director Creativo. Milius, alumno de Gracie Jiu-Jitsu, aportó una visión de espectáculo gladiatorial, inspirándose en el antiguo Pankration y los coliseos romanos, sugiriendo elementos como “vírgenes vestales” y una “catedral de luz”. Esta conexión hollywoodense añadió gran peso y teatralidad.
El nacimiento del Octágono. Rechazando un ring tradicional de boxeo, Davie buscó un área de combate que impidiera el estancamiento y las escapatorias. Se barajaron ideas como pisos electrificados, cajas de plexiglás y fosos con tiburones. Finalmente, se eligió el icónico “Octágono” de ocho lados, que combinaba estética primitiva con diseño futurista, asegurando acción continua y óptima visibilidad para la televisión. Se convirtió en símbolo del combate único y sin escapatoria del evento.
“¡No hay reglas!” Este audaz lema, concebido por Davie, se volvió la declaración definitoria del evento, a pesar de que existían algunas reglas básicas (prohibido sacar ojos, morder o golpear la ingle). Esta provocativa estrategia de marketing, junto con los anuncios locales de “muerte y mutilación”, buscaba impactar e intrigar, prometiendo un nivel de combate crudo nunca antes visto en televisión y atrayendo a un público sediento de violencia genuina e impredecible.
5. Navegando entre Tiburones: Tratando con Egos de Hollywood y Matones de Negocios
No es paranoia si realmente están tratando de atraparte.
Los banqueros de Nueva York. El principal desafío de Davie fue asegurar un socio para Pay-Per-View. Semaphore Entertainment Group (SEG), liderado por el imponente Bob Meyrowitz, emergió como clave. Davie aprendió rápido las tácticas agresivas de negociación de SEG, especialmente su enfoque de “trato preferencial” que les favorecía financieramente. Contrató a un abogado de entretenimiento, Don Moss, para contrarrestar al hermano abogado de Meyrowitz, David, en largas batallas contractuales.
Manejando personalidades. Más allá de SEG, Davie navegó una compleja red de personalidades:
- Rorion Gracie: Su socio, a menudo desconectado de los detalles operativos, priorizaba el legado del Gracie Jiu-Jitsu sobre el negocio del evento.
- John Milius: El genio creativo que ofrecía grandes ideas pero poca participación práctica.
- Peleadores: Muchos propensos a la paranoia, el ego y afirmaciones exageradas (por ejemplo, el récord 250-0 de Pat Smith, las constantes quejas de Zane Frazier).
El arte del trato. La experiencia de Davie en publicidad y ventas fue invaluable. Usó su “descaro” para asegurar una garantía de 23,000 dólares de los promotores locales Barry Fey y Zane Bresloff, incluso llevando a Rickson Gracie como “intimidación” para asegurar el pago. También logró que SEG cubriera el costo del área de pelea y algunas garantías para peleadores, reduciendo poco a poco sus demandas iniciales a pesar de su reticencia.
6. El Lanzamiento Caótico: La Brutal Realidad y Desorganización Inesperada de UFC 1
No podrías fingir este nivel de desorganización y disensión aunque quisieras, y ciertamente no podrías fingir esos dos golpes demoledores en la cara.
Pandemonio pre-pelea. La semana previa a UFC 1 fue un torbellino de pesadillas logísticas y dramas personales. Peleadores llegaron fuera de forma (Kevin Rosier), sin preparación (Art Jimmerson olvidó sus guantes) o paranoicos (Zane Frazier). El lobby del hotel se convirtió en un hervidero de tensión, con peleadores y sus equipos casi llegando a golpes, y acusaciones de favoritismo a los Gracie por doquier.
El desastre de la reunión de reglas. El intento de Davie de formalizar reglas con el Consejo Internacional de Lucha (IFC) fracasó estrepitosamente. Los peleadores, liderados por Zane Frazier, desafiaron abiertamente la autoridad e imparcialidad de Rorion Gracie, acusando al evento de estar “arreglado para que gane tu hermano”. La reunión se tornó caótica, salvada solo por la dramática declaración de Teila Tuli de “fiesta” y la firma de su exención.
Al borde del abismo. Horas antes de la transmisión en vivo, el contrato con SEG seguía sin firmar. Davie, enfrentando la ruina financiera y la posible exclusión de la industria, jugó una arriesgada partida con Meyrowitz, exigiendo que SEG pagara todos los premios futuros a los peleadores. Su apuesta dio resultado, firmándose el contrato apenas 73 minutos antes del inicio, un testimonio de su inquebrantable determinación en medio del caos creciente.
7. El Triunfo Gracie: Mostrando la Dominancia del Jiu-Jitsu y el Honor Familiar
No estoy aquí por el dinero, estoy aquí por el honor de la familia.
El ascenso inesperado de Royce. La controvertida decisión de Rorion de presentar a su hermano menor, aparentemente menos imponente, Royce, en lugar del formidable Rickson, resultó ser una jugada maestra. Royce, a pesar de su carácter reservado y desventaja física frente a rivales más grandes, encarnó la filosofía Gracie de técnica sobre fuerza bruta. Su quiebre emocional antes de la pelea reflejó la enorme presión de mantener el legado familiar.
La efectividad indiscutible del jiu-jitsu. Royce desmanteló sistemáticamente a sus oponentes, demostrando la superioridad abrumadora del jiu-jitsu Gracie en lucha en el suelo y técnicas de sumisión.
- Art Jimmerson: Derrotado en 2:18 sin un solo golpe conectado, evidenciando la impotencia del boxeador en el suelo.
- Ken Shamrock: Sumisión en 0:57, probando la efectividad del jiu-jitsu contra un grappler formidable.
- Gerard Gordeau: Estrangulado en 1:44 en la final, pese a las brutales victorias previas de Gordeau.
Un asunto familiar. Las victorias de Royce fueron una vindicación para todo el clan Gracie, especialmente para Rorion, quien veía el evento como un vehículo para mostrar el arte de su familia al mundo. La emotiva ceremonia de premiación para el Gran Maestro Hélio Gracie, donde Rorion honró públicamente a su padre, subrayó el profundo orgullo familiar y el relevo generacional de campeones Gracie.
8. Impacto Inmediato: De la Oscuridad al Torbellino de “Peleas de Gallos Humanas”
Lo que hemos aprendido esta noche es que la pelea no es lo que pensábamos.
Un debut impactante. UFC 1, a pesar de su producción caótica y comentarios amateur, fue un éxito indiscutible. La cruda y brutal realidad de las peleas, especialmente la patada que voló un diente de Gerard Gordeau a la cara de Teila Tuli, cautivó a la audiencia y rompió ideas preconcebidas sobre los deportes de combate. El evento alcanzó 86,592 compras por Pay-Per-View, superando con creces las modestas expectativas de SEG y señalando el nacimiento de un nuevo fenómeno.
Comienza la reacción. La violencia sin precedentes desató de inmediato una tormenta de controversia. Políticos y medios, encabezados por el senador de Arizona John McCain, condenaron al UFC como “peleas de gallos humanas”. La campaña implacable de McCain para prohibir el evento, escribiendo a los 50 gobernadores de EE.UU., generó una ola de indignación moral y desafíos legales, forzando al incipiente deporte a la clandestinidad en muchos estados.
Nace una nueva industria. A pesar de la reacción inmediata, el éxito del UFC dio origen a toda una industria: las artes marciales mixtas (MMA). Este evento “cisne negro”, impredecible e impactante, creó una escena global de peleadores, gimnasios, promociones y fanáticos. Forzó una reevaluación de las artes marciales tradicionales, exponiendo “charlatanes y farsantes” y demostrando que la verdadera efectividad residía en habilidades de combate integrales, no solo en golpes o agarres por separado.
9. La Evolución Inevitable: Venderse para Sobrevivir y Transformarse en Deporte
Mucho después de que me haya ido, las MMA seguirán existiendo.
Supervivencia del más apto. La creciente presión política y mediática, junto con la necesidad de costosos abogados civiles y penales, convencieron a Davie de que la supervivencia del UFC dependía de un cambio fundamental. Comprendió que el espectáculo crudo debía evolucionar hacia un deporte legítimo, con cambios en las reglas como límites de tiempo, jueces y guantes obligatorios — elementos anatema para el estilo puro Gracie.
Una dolorosa separación. Esta visión chocó con el deseo de Rorion Gracie de mantener la pureza “sin reglas” y seguir mostrando la dominancia del Gracie Jiu-Jitsu. La tensión culminó en la decisión de Davie de vender W.O.W. Promotions a SEG, reconociendo que Rorion probablemente retiraría a Royce de futuros eventos debido a los cambios inminentes. Esta difícil elección, aunque causó una ruptura con Rorion, fue vista por Davie como necesaria para la viabilidad a largo plazo del UFC.
Legado asegurado. Davie, a pesar de sentirse “traicionado” por la renuencia inicial de Rorion a vender, garantizó que los inversionistas recibieran una parte justa de las ganancias. Luego continuó como booker y organizador para SEG, ayudando a moldear la evolución temprana del UFC. La venta marcó un momento crucial, transformando el caótico y crudo “combate de gallos humanos” en un deporte regulado y reconocido globalmente, cumpliendo el sueño final de Davie de una franquicia de combate duradera.
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Reseñas
¿Es esto legal? ha recibido elogios por parte de los lectores gracias a su relato entretenido e informativo sobre los primeros años de la UFC. Los críticos valoran la narrativa sincera de Davie, sus perspectivas personales y los detalles inéditos que ofrece tras bambalinas. Este libro se considera imprescindible tanto para los aficionados a las artes marciales mixtas como para los amantes de la historia, ya que aporta conocimientos nuevos incluso a quienes ya conocen el deporte. Aunque algunos señalan pequeñas imprecisiones y ciertos problemas estructurales, la mayoría coincide en que es una lectura apasionante. Los lectores destacan su humor, estilo accesible y la valiosa contribución que representa para la literatura sobre MMA, convirtiéndolo en una obra fundamental para quienes desean conocer los orígenes de esta disciplina.