Puntos clave
1. Tu mente es un circo caótico debido a la identificación
Solo cuando sales del circo de tu mente, serás cien por ciento libre de locura.
La naturaleza dual de la mente. La mente es una entidad dinámica, capaz de llevarte a grandes alturas o sumergirte en los abismos del infierno. Como un circo, puede ser una actividad altamente coordinada (función cerebral) o un caos absoluto (la experiencia de la mayoría). Este desorden surge porque la mente se identifica profundamente con innumerables cosas.
La identificación distorsiona la percepción. Una vez que tu intelecto se identifica con algo —tu cuerpo, familia, títulos, creencias, etc.— queda encadenado. Esto distorsiona tu percepción de la realidad, permeando cada aspecto de tu vida y creando un enredo complejo. Es como un cuchillo que se vuelve inútil cuando el residuo de lo que corta se adhiere a él.
Diarrea mental. Esta identificación profunda conduce a un flujo continuo e imparable de pensamientos, como una “diarrea mental”. Intentar detenerlo con medios externos como bebidas o drogas solo multiplica el desorden. La única salida es involucrarse con la vida sin enredarse, lo que requiere des-identificación.
2. El sufrimiento se fabrica en tu propia mente
Todo tipo de miseria que atraviesan los seres humanos se fabrica en sus mentes.
La mente como instrumento de tortura. La mente, que debería ser un instrumento milagroso, se ha convertido en una máquina productora de miseria para la mayoría. Incapaces de soportar esta tortura mental, las personas inventan diversas desviaciones y perversiones para un alivio temporal, pero solo empeoran el caos. Tu mente, destinada a ser una escalera hacia lo divino, se vuelve una escalera hacia el infierno debido a la identificación.
La falta de voluntad genera sufrimiento. Que tu mente sea miseria o milagro depende de tu disposición hacia la vida. Si te involucras selectivamente basado en la identificación, te vuelves reacio al proceso completo de la vida. Esta falta de voluntad reduce tu vitalidad y convierte la vida en sufrimiento, como ser “violado por la vida” en lugar de vivir un “romance”.
Proceso psicológico vs. proceso vital. Tu proceso psicológico (pensamientos, emociones) se ha vuelto mucho más importante que tu proceso vital (simplemente estar vivo). Este parloteo interminable y el reciclaje de tonterías acumuladas te impiden experimentar la inmensidad de estar vivo. Los momentos más hermosos son cuando no piensas, sino que simplemente vives.
3. La liberación viene de la des-identificación, no del control
Una vez que liberas tu mente de estar identificada con algo, entonces la mente es un milagro; la mente es un circo espectacular, no un caos.
La mente necesita liberación. A menudo se habla de controlar la mente, pero la mente no necesita control; necesita liberación. Intentar controlarla es difícil porque solo entiende suma y multiplicación: decirle no pienses en algo hace que pienses en ello constantemente. El deseo de “no-mente” surge solo porque la mente se ha vuelto una tortura.
La moralidad crea identificación. Imponer ideas de lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, crea fuertes puntos de identidad. Te identificas con lo “bueno” y tienes aversión a lo “malo”. Esta atracción y aversión son la base de la identificación, y aquello a lo que eres adverso domina tu mente.
Involucramiento sin enredo. El desapego se promueve a menudo por miedo al enredo, pero el desapego evita la vida. El involucramiento es necesario para experimentar la vida profundamente. El enredo no surge del involucramiento, sino del involucramiento discriminatorio basado en la identificación (“Esta es mi esposa, mi hijo”). Si tu involucramiento es indiscriminado, más allá de la identificación, trae alegría absoluta y enriquece enormemente la vida.
4. El cuerpo es el gadget más grandioso, un instrumento tremendo
Este cuerpo puede ser solo una masa de carne... o puede convertirse en un instrumento tremendo — un instrumento que puede traer lo Divino a tu experiencia directa.
Más allá de la carne y el hueso. La mayoría experimenta el cuerpo solo como carne y hueso, fuente de dolor o placer. Sin embargo, las ciencias yóguicas lo ven como un sistema intrincadamente elaborado, conectado constantemente con el cosmos. Es el gadget más sofisticado del planeta, capaz de percibir toda la existencia.
Utilización limitada. Como usar solo el 7% de las capacidades de un teléfono básico, la mayoría de los humanos usa menos del 1% del potencial de su sistema. En lugar de usar el cuerpo para ir más allá de los instintos de supervivencia, la gente solo eleva sus estándares de supervivencia (de una comida a un Mercedes). Esto es un uso poco inteligente del mecanismo humano.
Instrumento de percepción. El cuerpo puede convertirse en un instrumento que se vuelve el eje mismo del universo. Al expandir tu cuerpo sensorial más allá de la forma física, puedes experimentar todo como parte de ti. Esta es la esencia del yoga — unión, donde lo individual y lo universal se vuelven uno en tu experiencia.
5. Tu cuerpo energético y chakras determinan el bienestar
Si tu cuerpo energético está en equilibrio y flujo adecuados, la enfermedad no puede existir en ti ni fisiológica ni psicológicamente.
Cinco capas del cuerpo. El yoga ve al ser humano como cinco capas: cuerpo físico (annamaya kosha), cuerpo mental (manomaya kosha), cuerpo energético (pranamaya kosha), cuerpo etérico (vignanamaya kosha) y cuerpo de dicha (anandamaya kosha). Las tres primeras son físicas, volviéndose más sutiles.
Pranamaya kosha es clave. El cuerpo energético es fundamental; cómo vibra determina el estado de los cuerpos físico y mental. El dominio del prana trae no solo salud sino también dominio sobre situaciones externas, haciendo la vida sin esfuerzo. Las prácticas yóguicas trabajan principalmente a este nivel.
Chakras como puntos energéticos. Los 114 chakras (puntos de unión de nadis) son triángulos energéticos. Siete son principales. Para la mayoría, solo tres están activos, relacionados con la supervivencia básica y el disfrute físico. Activar más chakras reduce la sensación de cuerpo. Los chakras también tienen dimensiones espirituales, permitiendo transformación más allá de las limitaciones físicas.
6. Los cinco elementos son la base de la creación y de tu cuerpo
Los cinco elementos tierra, agua, fuego, aire y espacio, son la base de este cuerpo, la base de este planeta y la base de toda la creación.
Malabarismo cósmico. La creación es una geometría compleja, un malabarismo con solo cinco ingredientes: tierra, agua, fuego, aire y espacio. Según cómo se combinen, pueden manifestarse como barro, alimento, humano o Divino. Esta aparente complejidad, cuando se entiende, se revela como una broma cósmica.
Bhuta Shuddhi para el dominio. La práctica yóguica más básica es Bhuta Shuddhi (limpieza de los elementos). Una limpieza suficiente conduce a Bhuta Siddhi (dominio de los elementos). Esto transforma la vida de una reacción compulsiva y accidental a un proceso consciente, haciendo la dicha y el placer naturales.
Alineación elemental. Mantener los cinco elementos organizados dentro de ti maneja todo: salud, bienestar, percepción, conocimiento e iluminación. Se construyeron templos para sadhanas elementales específicas. Estar en contacto con la tierra, como caminar descalzo o baños de barro, ayuda a reorganizar el sistema y recuerda al cuerpo su naturaleza y mortalidad.
7. Las prácticas yóguicas alinean tu sistema para una percepción superior
Toda la ciencia del yoga es entender la geometría de tu existencia...
La geometría corporal importa. La forma en que sostienes tu cuerpo afecta tu percepción. Si la geometría de tu cuerpo se alinea con la geometría cósmica, se convierte en una antena para recibir y descargar todo el cosmos. La rigidez o compulsión bloquean esta recepción; la facilidad la permite.
Los asanas no son solo ejercicio. Los yogasanas son posturas que conducen a dimensiones o percepciones superiores. Son procesos sutiles para manipular energía, no solo ejercicios físicos. El Hatha yoga equilibra las energías masculina (“Ha,” sol) y femenina (“Ta,” luna) internas (Ida y Pingala), un paso necesario para escalar la conciencia.
La columna como eje. La columna humana (Merudanda) se llama eje del Universo porque tu dimensión experiencial está arraigada allí. Los 72,000 nadis brotan de Ida, Pingala y Sushumna (el canal central, sin atributos). La vida comienza verdaderamente cuando las energías entran en Sushumna, llevando a Vairagya (transparencia) y equilibrio interior sin perturbaciones externas.
8. La conciencia y la percepción superan al pensamiento y la lógica
Si te vuelves hacia adentro por un solo momento, todo lo que vale la pena saber en la existencia puede ser conocido.
Pensar vs. vivir. La mayoría pasa el 90% del tiempo pensando en la vida, no viviéndola. Pensar es solo reciclar tonterías acumuladas y no puede ser más grande que la vida misma. Los momentos más hermosos son cuando no piensas, sino que simplemente vives y experimentas.
Limitaciones de la lógica. La lógica es útil para manejar realidades materiales, pero aplicarla demasiado a la vida exprime la vida misma. Lógicamente, la vida no tiene sentido; experiencialmente, está llena de razones para vivir. La lógica divide; la verdad unifica. Incluso la neurología moderna sugiere que la percepción no es un reflejo directo de la realidad, sino una imagen creada por el cerebro basada en información limitada.
Inteligencia más allá de la lógica. Para conocer la vida en su inmensidad, necesitas algo más allá del pensamiento, la lógica o el intelecto. Esta es la inteligencia más allá de la lógica, llamada el Creador. Si operas solo dentro del marco del intelecto, solo conoces lo físico. Volver hacia adentro te permite percibir el cosmos entero dentro de ti.
9. La verdadera devoción es disolver el yo, no una transacción
Un devoto no tiene agenda propia. Su único objetivo es disolverse en su objeto de devoción.
Devoción vs. trato. La devoción (bhakti) es el camino más rápido hacia lo Último, pero para la mayoría hoy es una transacción (“Dame esto, sálvame”). Esto no es verdadera devoción. La verdadera devoción significa no tener agenda personal, solo el deseo de fundirse o disolverse en el objeto de devoción.
El intelecto dificulta la devoción. Con la prominencia del intelecto moderno, la verdadera devoción es difícil. El intelecto no se inclina totalmente a menos que sea abrumado por una experiencia profunda. La gente puede sentirse devota en momentos de exaltación emocional, pero su compromiso con el cuerpo y el intelecto impide la entrega total.
La reverencia como paso. Dado que la devoción como vehículo último suele estar fuera de alcance, desarrollar reverencia por la vida que te rodea es un mejor punto de partida. Cuando la experiencia de la vida o la presencia de alguien te sobrepasa, y tu mente y sentimientos se vuelven menos importantes, entonces la devoción se vuelve posible — no como acto vulgar, sino como forma de vida.
10. La enfermedad crónica surge del desequilibrio energético
Las enfermedades y dolencias ocurren fundamentalmente porque en algún lugar tu cuerpo energético no funciona correctamente.
Infecciosas vs. crónicas. Las enfermedades se dividen en dos categorías: infecciosas (contraídas externamente, tratadas con medicina) y crónicas (creadas por el propio cuerpo). Las dolencias crónicas ocurren a pesar del profundo anhelo del cuerpo por el bienestar, indicando un problema fundamental más allá de factores externos.
Conexión mente-cuerpo. Las enfermedades psicosomáticas muestran el impacto de la mente; cambiar la actitud (dejar la ira, el odio) puede hacer desaparecer enfermedades. El estado mental dificulta la función energética. Si la energía falla, la enfermedad se manifiesta, a menudo en áreas inherentemente débiles por herencia o tendencias kármicas.
El karma como software. El karma es como un software, impresiones que crean tendencias (vasanas) que influyen en la vida y pueden manifestarse como enfermedad si el flujo energético se altera. Influencias externas (personas, situaciones, espacios) también pueden dañar la energía. Las kriyas yóguicas pueden manejar estas alteraciones reorganizando las energías. Los intentos de curación a menudo solo eliminan síntomas (indicadores), dejando el problema raíz para manifestarse más drásticamente después.
11. Trascender la mente es trascender el karma
Si trasciendes la mente, trasciendes también el karma, completamente.
La mente es el pasado. Mientras funcionas a través de la mente, estás gobernado por el pasado, pues la mente es acumulación de datos antiguos. Esto lleva a repetir patrones históricos y ciclos personales. El pasado existe solo a través de la actividad mental.
La mente es karma. La mente es esencialmente karma — las impresiones acumuladas. Trascender la mente es trascender el karma de un solo golpe. Intentar resolver karmas uno a uno es interminable, pues creas nuevos en el proceso. La clave es dejar de crear nuevos.
La ilusión de lo inexistente. Los karmas son impresiones pasadas inexistentes, una trampa de la mente. Tratar con ellos como realidad es una ilusión. Trascender la mente disuelve esta ilusión. La separación de “tú y yo”, tiempo y espacio, es una atadura mental. Soltar la mente suelta estas limitaciones; todo se vuelve aquí y ahora.
12. La libertad se vuelve sufrimiento cuando estás inconsciente
Los seres humanos no sufren su atadura, sufren su libertad, y esa es la mayor tragedia.
Intelecto discrecional. Los humanos sufren más que los animales por su intelecto discrecional. La mayoría del sufrimiento humano es mental y auto-creado. Puedes elegir ser alegre o miserable en cualquier momento; la mente es fluida y puede adoptar cualquier forma. Los animales tienen vidas fijas y no están confundidos; los humanos son posibilidades, lo que genera confusión.
La paradoja de la libertad. La naturaleza dio a los humanos la libertad de elegir qué ser, a diferencia de otras criaturas con vidas fijas. Esta libertad es fuente de dolor y lucha. Es un problema solo cuando no eres consciente.
La conciencia es bendición. Si eres consciente, la libertad se vuelve tu bendición, permitiéndote florecer en una dimensión mayor. La meditación te hace consciente, para que no sufras la libertad sino que la uses. La elección de hacer la vida cielo o infierno es tuya. Como dijo un yogui: “No me importa lo que Dios piense. Sé lo que yo pienso. Voy al cielo y eso es todo.”
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Reseñas
La mente es tu negocio y el cuerpo el mejor aparato recibe generalmente críticas positivas, con lectores que elogian las percepciones de Sadhguru sobre el control mental y la auto-liberación. Muchos consideran que la perspectiva del libro sobre el desapego de los pensamientos y las experiencias resulta útil para el crecimiento personal. Los lectores valoran las explicaciones lógicas y los consejos prácticos que se ofrecen. Algunos señalan que el contenido puede ser difícil de comprender por completo, especialmente para quienes se acercan por primera vez a conceptos espirituales. El formato del libro, que incluye preguntas y respuestas, se percibe como atractivo. Aunque algunos lectores muestran escepticismo, muchos encuentran valor en las enseñanzas de Sadhguru sobre la atención plena y la meditación.
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