Searching...
Español
EnglishEnglish
EspañolSpanish
简体中文Chinese
FrançaisFrench
DeutschGerman
日本語Japanese
PortuguêsPortuguese
ItalianoItalian
한국어Korean
РусскийRussian
NederlandsDutch
العربيةArabic
PolskiPolish
हिन्दीHindi
Tiếng ViệtVietnamese
SvenskaSwedish
ΕλληνικάGreek
TürkçeTurkish
ไทยThai
ČeštinaCzech
RomânăRomanian
MagyarHungarian
УкраїнськаUkrainian
Bahasa IndonesiaIndonesian
DanskDanish
SuomiFinnish
БългарскиBulgarian
עבריתHebrew
NorskNorwegian
HrvatskiCroatian
CatalàCatalan
SlovenčinaSlovak
LietuviųLithuanian
SlovenščinaSlovenian
СрпскиSerbian
EestiEstonian
LatviešuLatvian
فارسیPersian
മലയാളംMalayalam
தமிழ்Tamil
اردوUrdu
Thinking like an Economist

Thinking like an Economist

How Efficiency Replaced Equality in U.S. Public Policy
por Elizabeth Popp Berman 2022 344 páginas
3.94
201 calificaciones
Escuchar
Try Full Access for 7 Days
Unlock listening & more!
Continue

Puntos clave

1. Definición del “Estilo Económico”: La Eficiencia como Valor Central

El estilo económico de razonamiento es un enfoque flexible para los problemas de política pública, basado en la disciplina académica de la economía, pero que ha trascendido ampliamente sus límites.

Un marco omnipresente. El “estilo económico de razonamiento” es una forma particular de pensar la política pública, arraigada en la microeconomía pero que se extiende mucho más allá de los círculos académicos. Destaca conceptos como incentivos, elección, competencia y, sobre todo, eficiencia. Aunque suele percibirse como políticamente neutral, en realidad encierra un conjunto propio de valores.

Las múltiples caras de la eficiencia. Quienes adoptan este estilo priorizan la eficiencia como la medida suprema de una buena política. Esto incluye:

  • Eficiencia productiva: Alcanzar un objetivo al menor costo posible.
  • Eficiencia Kaldor-Hicks: Maximizar el beneficio neto para la sociedad, donde los ganadores podrían, en teoría, compensar a los perdedores.
  • Eficiencia asignativa: Garantizar que los recursos se distribuyan óptimamente en mercados competitivos.
    Este enfoque suele dejar de lado otros valores políticos.

Más allá de la torre de marfil. Aunque nació en departamentos de economía de élite, una “versión atenuada” de este estilo se ha infiltrado en escuelas profesionales (derecho, políticas públicas, negocios) y ha influido en legisladores y defensores. Esta adopción masiva significa que incluso quienes no tienen doctorado en economía aprenden a “pensar como economistas”, moldeando las preguntas y soluciones en los debates políticos.

2. De RAND a Washington: El Análisis de Sistemas Transforma las Decisiones Gubernamentales

El problema con los analistas de sistemas de RAND, en otras palabras, era que pensaban como físicos o ingenieros. Para cumplir su misión, debían pensar como economistas.

La innovación de RAND. El estilo económico llegó a Washington a través de la RAND Corporation, un centro de estudios de la Guerra Fría. Allí, economistas desarrollaron el “análisis de sistemas”, un método para la toma racional de decisiones que aplicaba principios económicos a problemas militares complejos. Este enfoque enfatizaba cuantificar objetivos, comparar la rentabilidad de alternativas y elegir basándose en la eficiencia.

Los “genios” de McNamara. En los años 60, los analistas de sistemas de RAND, liderados por Charles Hitch, fueron reclutados por el secretario de Defensa Robert S. McNamara. Implementaron el Sistema de Planificación-Programación-Presupuestación (PPBS) en el Pentágono, transformando el presupuesto de defensa al forzar un enfoque en metas medibles y programas costo-efectivos. Esto centralizó el control e introdujo un nuevo enfoque tecnocrático.

Difundiendo el evangelio. El presidente Lyndon B. Johnson, impresionado por el éxito percibido del PPBS en defensa, ordenó su adopción en casi todas las agencias ejecutivas en 1965. Aunque el PPBS fracasó como herramienta presupuestaria en agencias civiles por resistencia burocrática y limitaciones inherentes, creó oficinas analíticas con economistas y expertos en políticas, estableciendo una base duradera para el estilo económico en el gobierno.

3. Remodelando los Mercados: Economistas de Organización Industrial Priorizaron la Eficiencia

Los economistas fueron muy críticos con el enfoque ambiental adoptado por el Congreso a principios de los 70. Desde una perspectiva económica, las soluciones regulatorias —límites rígidos a la contaminación y exigencias de tecnologías específicas— generaban problemas propios.

Una nueva mirada a la industria. Mientras los analistas de sistemas se enfocaban en decisiones gubernamentales, los economistas de organización industrial (O/I) buscaron redefinir cómo debían gobernarse los mercados. Veían las industrias principalmente como “mercados” donde la eficiencia era lo primordial, desafiando marcos regulatorios antiguos que priorizaban estabilidad, equidad o limitar el poder corporativo.

Harvard vs. Chicago. Surgieron dos escuelas principales:

  • Escuela de Harvard: Creía en la intervención estatal para asegurar “competencia viable” y corregir fallas de mercado, a menudo mediante leyes antimonopolio.
  • Escuela de Chicago: Más escéptica respecto a la intervención, argumentaba que los mercados tienden naturalmente a la eficiencia y que la concentración refleja eficiencia, no poder monopólico.
    A pesar de sus diferencias, coincidían en que la eficiencia asignativa era el objetivo principal de la regulación de mercados.

De la academia a la política. Los economistas O/I comenzaron a influir en la política mediante:

  • La integración de la economía en facultades de derecho, exponiendo a futuros abogados al estilo económico.
  • El aumento del papel de la economía en agencias antimonopolio como la División Antimonopolio del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC).
  • La construcción de redes influyentes en think tanks de Washington, inicialmente en Brookings (liberal) y luego en AEI (conservador).
    Estos esfuerzos sentaron las bases para un cambio fundamental en la regulación de mercados.

4. Política Social Transformada: La Eficiencia Sobre el Universalismo y los Derechos

Centrar la eficiencia puso repetidamente a los defensores demócratas del estilo económico en conflicto con quienes compartían su alineación política.

Consecuencia no intencionada de la Gran Sociedad. Los ambiciosos programas de la Gran Sociedad (Guerra contra la Pobreza, Medicare, Medicaid) se guiaban por valores de universalismo, igualdad y derechos, con poca participación de economistas. Sin embargo, la implementación simultánea del PPBS obligó a estos programas sociales a adoptar una mirada de eficiencia, generando conflictos inesperados.

Influencia de los economistas. Las oficinas de planificación de políticas (PPO) en agencias como la Oficina de Oportunidad Económica (OEO) y Salud, Educación y Bienestar (HEW) se convirtieron en fuertes promotoras del estilo económico. Impulsaron:

  • Impuesto negativo sobre la renta (NIT): Como alternativa más eficiente a programas comunitarios o asignaciones familiares universales, focalizando la ayuda en los pobres.
  • Copagos en salud: Para combatir el “riesgo moral” y reducir el “uso excesivo” de servicios médicos, en contraste con demandas de atención universal y gratuita.
  • Vales de vivienda: En lugar de vivienda pública, como solución más costo-efectiva y basada en la elección.
    Estos cambios priorizaron resultados medibles y rentabilidad.

Marginalizando otras lógicas. El énfasis en la eficiencia desplazó argumentos basados en:

  • Seguridad social: Programas universales para protección amplia.
  • Participación democrática: Empoderar a comunidades para definir sus propias necesidades.
  • Reclamos basados en derechos: Como el derecho a la salud o educación, sin importar el costo.
    Este enfoque tecnocrático, aunque promovido por liberales, coincidió inadvertidamente con deseos conservadores de limitar el estado de bienestar.

5. Reimaginando la Gobernanza del Mercado: La Competencia Reemplaza la Estabilidad y la Equidad

Las diferencias entre la Ley de Aire Limpio de 1970 y sus enmiendas de 1990 pueden parecer sutiles. Ambas leyes tuvieron amplio apoyo bipartidista, intentaron mejorar problemas ambientales y lograron reducciones significativas de contaminación. Pero las diferencias reflejan una transformación en la lógica de la política ambiental.

Desmantelando marcos antiguos. Históricamente, la gobernanza del mercado priorizaba estabilidad, acceso equitativo y limitar el poder corporativo. Sin embargo, los economistas O/I argumentaron que estos objetivos obstaculizaban la eficiencia. Abogaron por la desregulación, especialmente en sectores como transporte, donde controles de precios y entrada frenaban la competencia.

Nuevo propósito del antimonopolio. El cambio fue de una preocupación amplia por el poder corporativo y la protección de pequeñas empresas a un enfoque único en el “bienestar del consumidor”, definido estrechamente como eficiencia asignativa. Esto se logró mediante:

  • Cambios organizativos: Los economistas ganaron influencia en la División Antimonopolio y la FTC, seleccionando casos con base en razones económicas.
  • Cambio judicial: Decisiones de la Corte Suprema, influenciadas por la Escuela de Chicago, consagraron la eficiencia como único objetivo legítimo del antimonopolio, dejando irrelevantes otras preocupaciones legales.
    Esto redujo significativamente el alcance de la aplicación antimonopolio.

Triunfo de la desregulación. En transporte, economistas de Harvard y luego Chicago encontraron aliados en defensores liberales del consumidor preocupados por la captura regulatoria. Esto llevó a:

  • Cambios administrativos: Reguladores como Alfred Kahn en la Junta de Aeronáutica Civil comenzaron unilateralmente la desregulación.
  • Acción legislativa: La Ley de Desregulación Aérea (1978) y leyes posteriores eliminaron controles de precios y entrada, y disolvieron agencias reguladoras como la CAB y la ICC.
    Esto transformó radicalmente la gobernanza industrial, priorizando fuerzas de mercado sobre objetivos regulatorios tradicionales.

6. Regulación Social Redefinida: El Análisis Costo-Beneficio Cuestiona Estándares Absolutos

La estrategia de simplemente ordenar al gobierno determinar niveles seguros de emisiones y exigir su cumplimiento, como podrían haber propuesto los demócratas en los 70, ni siquiera se discutió.

Una nueva ola regulatoria. A fines de los 60 y principios de los 70 hubo un auge en la regulación social (ambiental, salud, seguridad), impulsada por argumentos basados en derechos y la creencia en estándares tecnológicos estrictos. Leyes como la Ley de Aire Limpio excluían intencionalmente consideraciones de costo, buscando protección absoluta.

Contraataque industrial. Los grupos industriales, enfrentando altos costos de cumplimiento, presionaron para incorporar el análisis costo-beneficio (ACB) en decisiones regulatorias. Encontraron aliados en economistas que consideraban irracional e ineficiente ignorar costos. Esto llevó a:

  • Revisión de calidad de vida de Nixon: Requería “Declaraciones de Impacto Económico” para nuevas regulaciones, apuntando a agencias como la EPA.
  • Consejo de Estabilidad de Salarios y Precios de Ford (CWPS): Revisaba regulaciones por impacto inflacionario y promovía el ACB.
  • Grupo de Revisión de Análisis Regulatorio de Carter (RARG): Exigía análisis de costo-efectividad para regulaciones mayores, institucionalizando la revisión económica.
    Estos esfuerzos obligaron a las agencias a desarrollar capacidad analítica económica.

Erosión de estándares absolutos. La presión por el ACB chocó con la intención original de la regulación social, que priorizaba derechos y preocupaciones ecológicas sobre compensaciones económicas. Aunque no siempre vinculante legalmente, la constante exigencia de justificación económica llevó a:

  • Compromisos en estándares: Como el estándar de ozono, donde consideraciones económicas influyeron en la decisión final pese a prohibiciones legales.
  • Soluciones basadas en mercado: Desarrollo de “comercio de emisiones” (cap-and-trade) como alternativa a la regulación “de mando y control”, vista como más eficiente.
    Este cambio redefinió qué se consideraba “buena” regulación, desplazando imperativos morales por un enfoque calculador y orientado a la eficiencia.

7. Tecnócratas Liberales: Arquitectos Involuntarios de un Giro Conservador

Para los republicanos, el razonamiento económico seguía siendo un medio para un fin; para los demócratas, los valores de la economía se convirtieron en un fin en sí mismos.

Un lenguaje compartido, objetivos distintos. La expansión del estilo económico fue impulsada en gran medida por tecnócratas liberales en administraciones demócratas, que creían que haría al gobierno más efectivo y racional. Veían la eficiencia como un bien neutral y apolítico. Sin embargo, este lenguaje común los llevó a posiciones políticas que coincidían con republicanos moderados y chocaban con la izquierda demócrata tradicional.

Alianzas no intencionadas. En política social, la preferencia de economistas liberales por la rentabilidad los llevó a favorecer programas focalizados y copagos, enfrentándolos a demócratas universalistas. En gobernanza de mercados, su fe en la eficiencia los llevó a apoyar la desregulación, alineándose con llamados conservadores a menos intervención estatal. En regulación social, su defensa del análisis costo-beneficio a menudo reflejaba el deseo industrial de limitar la regulación.

La ilusión de “neutralidad”. Estos defensores liberales desestimaban argumentos basados en derechos, igualdad o poder político como irracionales o ingenuos, sin reconocer los valores implícitos en su propio enfoque “neutral” económico. Esta postura tecnocrática debilitó inadvertidamente el terreno intelectual y político de los argumentos liberales tradicionales, haciéndolos parecer menos legítimos en debates políticos.

8. Institucionalizando el Estilo: Integrando el Pensamiento Económico en el Gobierno

El estilo económico se volvió un enfoque dado por sentado para problemas de política, incrustado en el Estado: en oficinas burocráticas, en el ecosistema de organizaciones políticas alrededor del gobierno federal y en programas de derecho y políticas que formaban al personal.

Transformación organizativa. El estilo económico no fue solo una idea; se institucionalizó profundamente en el gobierno de EE.UU. Esto implicó:

  • Nuevas oficinas analíticas: Se crearon o ampliaron oficinas de planificación de políticas (PPO) en agencias ejecutivas (por ejemplo, ASPE en HEW, EPO en la División Antimonopolio).
  • Capacidad congresional: La creación de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) en 1974 dotó al Congreso de su propio brazo de análisis económico, frecuentemente liderado por economistas.
  • Think tanks y centros de investigación: El financiamiento gubernamental impulsó el crecimiento de organizaciones de investigación orientadas a la economía (Urban Institute, Mathematica, trabajo doméstico de RAND).
    Estas entidades se convirtieron en hogares permanentes del estilo económico.

Incrustación legal y académica. Más allá de la burocracia, el estilo económico permeó estructuras legales y académicas:

  • Facultades de derecho: Introdujeron cursos de “derecho y economía”, exponiendo a futuros abogados a principios microeconómicos y la eficiencia como objetivo legal.
  • Escuelas de políticas públicas: Surgieron programas de posgrado que entrenaban explícitamente en análisis de políticas “al estilo RAND”, enfatizando métodos cuantitativos y razonamiento económico.
  • Jurisprudencia y normas administrativas: Los tribunales adoptaron cada vez más la eficiencia como principio rector en antimonopolio, y órdenes ejecutivas exigieron análisis costo-beneficio en regulación.
    Esta institucionalización multifacética aseguró la influencia duradera del estilo.

9. La Aceptación Estratégica de Reagan: La Economía como Herramienta, No como Dueña

En última instancia, los republicanos demostraron mayor disposición que los demócratas para ignorar el razonamiento económico cuando chocaba con otros valores o intereses más fundamentales.

Un cambio de enfoque. A diferencia de administraciones previas que veían el razonamiento económico como herramienta neutral para mejorar el gobierno, Reagan lo usó estratégicamente. Su administración priorizó valores políticos centrales —reducir tamaño y alcance del gobierno— y empleó argumentos económicos selectivamente para avanzar esos fines.

Aplicación selectiva. El enfoque de Reagan fue inconsistente:

  • Política social: Recortó drásticamente fondos y personal de oficinas analíticas en bienestar, salud y vivienda, viéndolas como justificadoras del estado de bienestar. Las prioridades de investigación se orientaron a la “dependencia del bienestar” más que a la reducción eficiente de la pobreza.
  • Gobernanza de mercados (antimonopolio): Adoptó plenamente la economía de la Escuela de Chicago, nombrando defensores del libre mercado para dirigir agencias antimonopolio. Esto coincidió con su postura proempresarial y antirregulación, provocando un cambio duradero hacia la aplicación antimonopolio centrada solo en eficiencia.
  • Regulación social: Amplió el análisis costo-beneficio (EO 12291) como herramienta para “alivio regulatorio”, pero estaba dispuesto a ignorar hallazgos económicos si contradecían su agenda desreguladora (por ejemplo, plomo en la gasolina).
    Esto mostró disposición a priorizar la ideología sobre la tecnocracia.

Una divergencia partidista. La presidencia de Reagan marcó una divergencia duradera: los republicanos usaron el estilo económico como instrumento flexible para fines políticos amplios, mientras los demócratas internalizaron cada vez más sus valores, permitiendo que definiera los límites del debate político legítimo.

10. El Dilema Demócrata: Limitados por el Estilo Económico

Lo más llamativo del tiempo de Obama en Washington no es que buscara un cambio fundamental y fracasara, sino cuán constreñidos parecían los propios horizontes de posibilidad.

Límites internalizados. Tras Reagan, los demócratas, especialmente bajo Clinton y Obama, continuaron operando mayormente dentro de los límites del estilo económico. Esto significaba que las opciones políticas se reducían a aquellas justificables en términos de eficiencia, incentivos y mecanismos de mercado, incluso cuando otros valores estaban en juego.

Ejemplos de política:

  • Salud: El plan de “competencia regulada” de Clinton y la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Obama priorizaron soluciones basadas en mercado, elección y copagos sobre sistemas universales y de pagador único.
  • Antimonopolio: Ambas administraciones se adhirieron al estándar de “bienestar del consumidor” centrado en eficiencia, evitando cuestionar el poder o tamaño corporativo salvo daño directo a precios.
  • Regulación: Favorecieron soluciones ambientales basadas en mercado como cap-and-trade y continuaron enfatizando el análisis costo-beneficio, marginando argumentos por estándares estrictos basados en derechos.
    Esta autoimposición estrechó el alcance de sus ambiciones políticas.

El debate “razonable”. Argumentos basados en

Última actualización:

Want to read the full book?

Reseñas

3.94 de 5
Promedio de 201 calificaciones de Goodreads y Amazon.

Pensar como un economista, de Elizabeth Popp Berman, examina cómo el razonamiento económico llegó a dominar la formulación de políticas en Estados Unidos. Los lectores valoran su análisis histórico exhaustivo y las revelaciones sobre el cambio hacia enfoques centrados en la eficiencia. Muchos consideran que el libro abre los ojos, destacando el papel fundamental que desempeñaron los economistas liberales en esta transformación. Aunque algunos críticos encuentran la escritura densa y excesivamente detallada, la mayoría aprecia la profunda reflexión sobre cómo el pensamiento económico ha moldeado los debates políticos y, al mismo tiempo, ha limitado las perspectivas alternativas.

Your rating:
4.49
13 calificaciones

Sobre el autor

Elizabeth Popp Berman es una socióloga organizacional y económica cuyo trabajo se centra en la intersección entre la economía, la política pública y el mundo académico. Es reconocida por sus investigaciones sobre la influencia de las ideas económicas en la política y la formulación de políticas en Estados Unidos. Su formación académica abarca un profundo conocimiento de la historia del pensamiento económico y su impacto en la gobernanza. Su libro "Pensar como un economista" ha sido elogiado por su exhaustivo análisis de cómo el razonamiento económico se institucionalizó en las agencias gubernamentales y en los círculos de política pública estadounidenses. La labor de Berman aporta valiosas perspectivas a los debates sobre el papel del análisis económico en la configuración del discurso político y los procesos de toma de decisiones.

Listen
Now playing
Thinking like an Economist
0:00
-0:00
Now playing
Thinking like an Economist
0:00
-0:00
1x
Voice
Speed
Dan
Andrew
Michelle
Lauren
1.0×
+
200 words per minute
Queue
Home
Swipe
Library
Get App
Create a free account to unlock:
Recommendations: Personalized for you
Requests: Request new book summaries
Bookmarks: Save your favorite books
History: Revisit books later
Ratings: Rate books & see your ratings
200,000+ readers
Try Full Access for 7 Days
Listen, bookmark, and more
Compare Features Free Pro
📖 Read Summaries
Read unlimited summaries. Free users get 3 per month
🎧 Listen to Summaries
Listen to unlimited summaries in 40 languages
❤️ Unlimited Bookmarks
Free users are limited to 4
📜 Unlimited History
Free users are limited to 4
📥 Unlimited Downloads
Free users are limited to 1
Risk-Free Timeline
Today: Get Instant Access
Listen to full summaries of 73,530 books. That's 12,000+ hours of audio!
Day 4: Trial Reminder
We'll send you a notification that your trial is ending soon.
Day 7: Your subscription begins
You'll be charged on Aug 24,
cancel anytime before.
Consume 2.8x More Books
2.8x more books Listening Reading
Our users love us
200,000+ readers
"...I can 10x the number of books I can read..."
"...exceptionally accurate, engaging, and beautifully presented..."
"...better than any amazon review when I'm making a book-buying decision..."
Save 62%
Yearly
$119.88 $44.99/year
$3.75/mo
Monthly
$9.99/mo
Start a 7-Day Free Trial
7 days free, then $44.99/year. Cancel anytime.
Scanner
Find a barcode to scan

38% OFF
DISCOUNT FOR YOU
$79.99
$49.99/year
only $4.16 per month
Continue
2 taps to start, super easy to cancel
Settings
General
Widget
Loading...