Puntos clave
1. Jesucristo: Nuestro Gran Sumo Sacerdote y Abogado
"Recuerda: Hay un trono de gracia esperándote. Por lo tanto, no huyas de Jesús cuando peques. Corre hacia Él."
Nuestra aceptación en Cristo. Jesús, como nuestro gran sumo sacerdote, ha obtenido la redención eterna para nosotros a través de Su sangre. A diferencia de los sumos sacerdotes del Antiguo Testamento que tenían que ofrecer sacrificios repetidamente, Jesús entró en el Lugar Santísimo una vez y para siempre con Su propia sangre. Este acto no solo perdona todos nuestros pecados—pasados, presentes y futuros—sino que también limpia nuestras conciencias de culpa y vergüenza.
El ministerio continuo de Cristo. Como nuestro abogado, Jesús intercede continuamente por nosotros a la diestra de Dios. Nos defiende contra las acusaciones del enemigo y nos proporciona acceso constante al trono de la gracia. Esto significa que podemos acercarnos a Dios con valentía, independientemente de nuestras fallas o deficiencias.
Jesús es nuestro:
- Sumo Sacerdote (Hebreos 4:14-16)
- Abogado (1 Juan 2:1-2)
- Intercesor (Romanos 8:34)
2. El Pastor Principal: Cuidando de Su Rebaño
"El SEÑOR es mi pastor, nada me faltará."
Provisión y protección. Como nuestro pastor principal, Jesús provee para todas nuestras necesidades y nos protege del daño. Nos guía a pastos verdes y aguas tranquilas, restaurando nuestras almas y guiándonos por sendas de justicia. Incluso en los valles más oscuros, no debemos temer porque Él está con nosotros.
Consuelo y cuidado. La vara y el cayado del pastor representan tanto corrección como consuelo. Jesús utiliza estas herramientas para disciplinarnos cuando es necesario y para acercarnos más a Él. Prepara una mesa delante de nosotros, incluso en presencia de nuestros enemigos, demostrando Su poder para bendecirnos en medio de la adversidad.
Los roles del pastor:
- Provee (Salmo 23:1-3)
- Protege (Salmo 23:4)
- Consuela (Salmo 23:5-6)
- Corrige (Hebreos 12:5-11)
3. El Novio Celestial: La Pasión Suprema de Dios
"Jesús busca amantes, no sirvientas. Busca compañeros íntimos, no esclavos forzados."
El propósito eterno de Dios. Desde antes de la creación, Dios ordenó que daría a Su Hijo un compañero eterno—la iglesia—para satisfacer Su corazón palpitante. Esta relación entre Cristo y Su novia es el cumplimiento último del deseo de Dios de intimidad con Su creación.
Nuestra respuesta a Su amor. Como la novia de Cristo, estamos llamados a comulgar, amar, entronizar y conocer íntimamente a nuestro novio celestial. Esta relación va más allá del mero servicio u obediencia; implica un amor profundo y apasionado que responde al amor abrumador de Cristo por nosotros.
Aspectos de la relación novio-novia:
- Intimidad (Cantar de los Cantares)
- Unidad (Efesios 5:31-32)
- Devoción (Apocalipsis 19:7-8)
- Amor mutuo (Efesios 5:25-27)
4. Autor y Consumador de Nuestra Fe: Crecimiento Espiritual y Transformación
"El crecimiento espiritual es una cuestión de convertirse en lo que ya eres."
El proceso de transformación. Jesús, como el autor y consumador de nuestra fe, está activamente involucrado en nuestro crecimiento espiritual. Este proceso involucra tres etapas principales: infancia, niñez y adultez. Cada etapa corresponde a nuestro desarrollo físico y requiere diferentes tipos de alimento espiritual y desafíos.
El compromiso de Dios con nuestro crecimiento. La confianza de Pablo de que "Aquel que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús" (Filipenses 1:6) nos asegura que Dios está comprometido con nuestro desarrollo espiritual. Incluso cuando nos sentimos desanimados o estancados, Jesús continúa trabajando en nosotros, conformándonos a Su imagen.
Etapas del crecimiento espiritual:
- Infancia: Leche de la Palabra (1 Pedro 2:2)
- Niñez: Alimento sólido (Hebreos 5:12-14)
- Adultez: Madurez en Cristo (Efesios 4:13-15)
5. Constructor de Ekklesia: El Ministerio Actual de Cristo en la Iglesia
"La manera de Dios de levantar los dones de ascensión es restaurando la vida orgánica del cuerpo."
Vida de iglesia orgánica. Jesús construye Su ekklesia (iglesia) no a través de sistemas humanos o tradiciones, sino a través del desarrollo orgánico de los dones espirituales dentro del cuerpo de creyentes. Este proceso es natural y ocurre cuando los creyentes se reúnen alrededor de Cristo solamente, en lugar de doctrinas o rituales.
Los dones de ascensión. Los dones mencionados en Efesios 4 (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) no son cargos a ocupar, sino funciones que emergen naturalmente dentro de un cuerpo de iglesia saludable. Estos dones sirven para nutrir y animar a la comunidad creyente hacia la madurez espiritual en Cristo, la unidad y el funcionamiento de cada miembro.
Características de la vida de iglesia orgánica:
- Reuniones centradas en Cristo
- Participación de todos los miembros
- Desarrollo natural de dones
- Edificación mutua
- Ausencia de estructuras jerárquicas
6. Cabeza de la Iglesia: Expresando Su Carácter a Través de Su Cuerpo
"El propósito de la reunión abierta y participativa es edificar a toda la iglesia y mostrar, expresar y revelar al Señor a través de los miembros del cuerpo a principados y potestades en lugares celestiales."
La jefatura de Cristo en la práctica. Como cabeza de la iglesia, Jesús busca expresar Su carácter y naturaleza a través de Su cuerpo. Esto ocurre cuando los creyentes se reúnen regularmente para mostrar la vida de Dios a través del ministerio de cada miembro. La reunión abierta y participativa, donde cada creyente funciona y ministra, es una expresión clave de esta realidad.
Continuando el ministerio de Cristo. La iglesia, como el cuerpo de Cristo en la tierra, está llamada a continuar Su ministerio de proclamar y encarnar el reino de Dios. Esto incluye amar a los marginados, hacerse amigo de los oprimidos, sanar a los enfermos y demostrar la realidad del reino futuro de Dios en el presente.
Aspectos de la jefatura de Cristo:
- Dirigiendo la iglesia (ejemplos de Hechos)
- Nutriendo Su cuerpo (Efesios 5:29)
- Fuente de la vida de la iglesia (Colosenses 3:4)
- Expresando Su carácter (1 Corintios 12:12-27)
7. Señor del Mundo: El Conflicto Cósmico y la Victoria de Cristo
"La pregunta central del universo es sobre quién tendrá la adoración. Se trata de quién tendrá la autoridad. Es sobre quién se sentará en el trono y estará a cargo."
El conflicto cósmico. Detrás de todo lo que sucede en el mundo, hay una batalla espiritual entre el reino de Dios y el reino de Satanás. Este conflicto se centra en la cuestión de la adoración y la autoridad. A través de Su muerte y resurrección, Jesús ya ha asegurado la victoria sobre el Enemigo, pero la manifestación completa de esta victoria espera la participación de Su pueblo.
Nuestro papel en la victoria de Cristo. Como creyentes, estamos llamados a trabajar con Dios en la implementación de la obra terminada de Cristo. Esto implica ejercer la autoridad que nos ha dado Cristo y participar en el avance de Su reino hasta Su regreso.
Aspectos clave del conflicto cósmico:
- Dos reinos en guerra (Mateo 12:24-28)
- La derrota de Satanás en la cruz (Colosenses 2:15)
- El papel de la iglesia en manifestar la victoria de Cristo (Efesios 3:10)
- La victoria final en el regreso de Cristo (Apocalipsis 11:15)
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Reseñas
Jesús Ahora de Frank Viola recibe críticas abrumadoramente positivas, con lectores que elogian su perspectiva única sobre el ministerio actual de Jesús. Muchos lo encuentran estimulante, fácil de leer y con una sólida base bíblica. Los críticos aprecian la exploración de Viola sobre los siete ministerios actuales de Jesús, incluyendo sus roles como Sumo Sacerdote, Pastor y Cabeza de la Iglesia. El libro es alabado por su enfoque fresco para comprender la obra continua de Cristo y su potencial para reavivar la pasión por Jesús. Algunos lectores destacan su valor tanto para cristianos nuevos como experimentados, mientras que unos pocos expresan desacuerdos teológicos menores.