Puntos clave
1. El accidente que forjó un sonido
Admito que dolía muchísimo tocar la guitarra directamente sobre los huesos de mis dedos amputados, y tuve que reinventar mi forma de tocar para soportar el dolor.
Un día fatídico. La vida de Tony Iommi dio un giro inesperado en su último día como soldador, en 1965. Una prensa guillotina de la fábrica le cortó las puntas del dedo medio y anular de la mano derecha, aparentemente acabando con su sueño de ser guitarrista profesional. Sin embargo, esta lesión devastadora se convirtió, sin querer, en el catalizador de un sonido revolucionario.
Adaptación ingeniosa. Ante el dolor insoportable de tocar sobre hueso expuesto, Iommi se negó a rendirse. Inspirado por el guitarrista de jazz Django Reinhardt, que tocaba con solo dos dedos, fabricó dedales improvisados con una botella derretida de Fairy Liquid y cuero. Esto le obligó a adaptar su estilo, apoyándose más en el índice y el meñique, y desarrollando un vibrato pesado y único.
Innovación inesperada. El dolor también lo llevó a usar cuerdas más ligeras, que no se vendían comercialmente en ese momento, reutilizando cuerdas de banjo. Esta innovación, junto con afinar la guitarra más grave para reducir la tensión, creó un sonido más profundo, oscuro y pesado que se convertiría en la marca registrada de Black Sabbath y el modelo para el heavy metal.
2. El nacimiento de Black Sabbath: un sonido nuevo
En cuanto toqué ese primer riff dijimos: ‘Dios, esto es genial. Pero, ¿qué es? ¡No lo sabemos!’
Formando Earth. Tras su accidente y una breve etapa con Jethro Tull, Iommi se reunió con el baterista Bill Ward, el bajista Geezer Butler y el vocalista Ozzy Osbourne, formando la Polka Tulk Blues Band, que pronto pasó a llamarse Earth. Sus primeros conciertos fueron caóticos, tocando ante públicos indiferentes o siendo confundidos con una banda pop, lo que les hizo darse cuenta de que necesitaban una identidad verdaderamente única.
El intervalo del diablo. Geezer Butler propuso el nombre Black Sabbath, inspirado en una película de terror. Los riffs de guitarra de Iommi, que a menudo usaban el “intervalo del diablo” (una progresión de tritono prohibida en la música medieval), combinados con las letras oscuras y reales de Geezer y la voz inquietante de Ozzy, crearon un sonido sin precedentes. Este blues-rock crudo y pesado conectó con un público que buscaba algo más allá del flower power.
Impacto del primer álbum. Su álbum debut homónimo, grabado en pocos días, capturó su energía en vivo y cruda. Aunque fue criticado duramente, sus temas oscuros y sonido innovador ganaron rápidamente seguidores underground, especialmente en Estados Unidos, demostrando que su enfoque poco convencional conectaba con una nueva generación.
3. Los peligros del éxito temprano y la gestión
Éramos tan ingenuos en todo. Solo queríamos tocar, girar por todas partes, ir a América y todo eso.
Comienzos ingenuos. El éxito inicial de Black Sabbath se vio empañado por contratos de gestión explotadores. Tras dejar a Jim Simpson, firmaron con Patrick Meehan, quien prometía carteles publicitarios y fama. La banda, centrada solo en la música, confió ciegamente en sus managers, firmando contratos que apenas entendían y sin ver realmente sus ganancias.
Explotación financiera. Meehan les proporcionó un estilo de vida lujoso—jets privados, coches caros y casas—pero los mantuvo casi sin dinero en efectivo. El dinero se canalizaba a través de complejas firmas contables vinculadas a Meehan, lo que impedía a la banda controlar sus finanzas. Esto derivó en constantes batallas legales y un profundo sentimiento de traición.
Litigios constantes. La banda se vio envuelta en demandas perpetuas, primero con Jim Simpson y luego con Meehan, quien incluso los demandó cuando intentaron dejarlo. Este acoso legal constante, a menudo mientras grababan, fue una gran distracción y fuente de frustración, influyendo directamente en títulos de álbumes como "Sabotage".
4. La vida en la carretera: caos y camaradería
¡He visto el trasero de Ozzy más veces que el mío propio!
Travesuras salvajes. Las giras con Black Sabbath eran un torbellino de caos, bromas y excesos. Desde los fuegos artificiales en la habitación de Ozzy y sus exhibiciones al público, hasta las borracheras de Bill Ward y las propias locuras de Iommi bajo drogas, sus vidas fuera del escenario eran tan legendarias como su música. Estas experiencias, aunque destructivas, también fomentaron una camaradería única.
Giras bajo el influjo de las drogas. Las primeras giras, especialmente en América, estuvieron marcadas por el consumo intenso de drogas, sobre todo cocaína. Esto provocó incidentes extraños, como tirar grandes cantidades de cocaína por el inodoro durante una redada policial o que Ozzy metiera un tiburón vivo en la bañera del hotel. La fiesta constante pasó factura a su salud.
Momentos inolvidables. A pesar de la locura, las giras dejaron experiencias imborrables. Tocar en el Fillmore East, encontrarse con el avión de Elvis o pescar tiburones desde la ventana de un hotel formaron parte de su leyenda. Estas aventuras caóticas, aunque problemáticas, fortalecieron su vínculo y alimentaron su narrativa de rock ‘n’ roll.
5. Evolución creativa y conflictos internos
Sentí la presión, pero siempre había podido manejarla. Sin embargo, me afectó cuando tuvimos que hacer Sabbath Bloody Sabbath.
Proceso de composición. Iommi era el principal creador de riffs, desarrollando ideas solo antes de mostrarlas a la banda. Ozzy improvisaba melodías vocales y Geezer escribía las letras, a menudo inspiradas en el ocultismo o en observaciones reales. Este proceso colaborativo, aunque dominado por Iommi, dio lugar a temas icónicos como "Paranoid" e "Iron Man".
Experimentación y crecimiento. Tras su sonido crudo inicial, la banda empezó a experimentar, incorporando pasajes acústicos, arreglos orquestales e incluso piano (tocado por Iommi en "Changes"). Álbumes como "Master of Reality" y "Sabbath Bloody Sabbath" mostraron su disposición a romper límites, añadiendo profundidad y dinamismo a su sonido pesado.
Bloqueo creativo y tensiones. Las giras interminables y las presiones internas llevaron a un estancamiento creativo, especialmente durante la escritura de "Sabbath Bloody Sabbath". Iommi sufrió un bloqueo severo, y el aumento del consumo de drogas y la falta de concentración agravaron las tensiones. Este periodo evidenció la fragilidad de su sinergia creativa en medio de luchas personales.
6. La puerta giratoria: una banda en constante cambio
Al final perdí la cuenta, porque entraron y salieron tantas personas en tan poco tiempo.
La primera salida de Ozzy. La estabilidad de la banda comenzó a desmoronarse con el creciente consumo de drogas y desinterés de Ozzy, que llevó a su primera salida antes de "Never Say Die!". Su sustituto temporal, Dave Walker, no encajó, y Ozzy regresó brevemente, pero ya se veía que la formación original estaba en declive.
La era Dio. La salida definitiva de Ozzy abrió paso a Ronnie James Dio, cuya voz poderosa y estilo lírico distintivo revitalizaron la banda. Álbumes como "Heaven and Hell" y "Mob Rules" mostraron un sonido nuevo, más melódico pero igual de pesado, demostrando que Black Sabbath podía prosperar sin su vocalista original.
Cambios constantes. Tras la primera marcha de Dio, la banda se convirtió en una puerta giratoria de músicos, con cantantes como Ian Gillan, Glenn Hughes y Tony Martin, y bateristas como Vinny Appice, Bev Bevan y Cozy Powell. Cada cambio trajo nuevas dinámicas y desafíos, dificultando mantener una identidad constante y generando confusión entre los fans y problemas comerciales.
7. Demonios personales y determinación inquebrantable
Suelo luchar contra muchas cosas, así que me cuesta entender que otros no hagan lo mismo.
Lucha contra la adicción. Iommi habla abiertamente de sus problemas con la cocaína y el speed, reconociendo cómo afectaron sus relaciones y trabajo. Finalmente logró dejar el consumo habitual, atribuyendo su recuperación a la pura determinación y al apoyo de su tercera esposa, Valery.
Desafíos familiares. A pesar del éxito, Iommi enfrentó grandes turbulencias personales, incluyendo varios divorcios y una larga y dolorosa batalla por la custodia de su hija Toni. Describe el impacto emocional de estos eventos, incluso una noche en la cárcel por una falsa acusación de manutención, mostrando el costo personal de su vida caótica.
Determinación inquebrantable. A lo largo de su vida, Iommi mostró una resiliencia notable. Desde adaptar su forma de tocar tras el accidente hasta lidiar con managers explotadores y cambios constantes en la banda, su terquedad por no rendirse, impulsada a menudo por el deseo de demostrar que estaban equivocados, fue una característica definitoria.
8. Legado perdurable y reuniones
Probablemente lo intentamos siete u ocho veces, y el 13 de marzo de 2006 finalmente fuimos incluidos en el Salón de la Fama del Rock and Roll estadounidense.
El regreso de los originales. A pesar de años de separación y diversas formaciones, los miembros originales de Black Sabbath (Iommi, Osbourne, Butler, Ward) se reunieron periódicamente, especialmente para Live Aid en 1985 y las giras de Ozzfest desde 1997. Estas reuniones fueron recibidas con enorme entusiasmo, demostrando el poder duradero de su química original.
Reconocimiento en el Salón de la Fama. Tras décadas de desprecio crítico, Black Sabbath finalmente recibió reconocimiento mainstream, siendo incluidos en los Salones de la Fama de la Música del Reino Unido y Estados Unidos. Estos honores, a menudo entregados por músicos que los admiraban como Metallica y Brian May, consolidaron su estatus como pioneros del heavy metal.
Heaven & Hell. Tras una exitosa reunión para la compilación "The Dio Years", Iommi, Dio, Butler y Appice formaron Heaven & Hell, girando y lanzando un nuevo álbum, "The Devil You Know". Este proyecto les permitió explorar su sonido más pesado y progresivo sin la carga del nombre Black Sabbath, creando un nuevo capítulo en su legado.
9. La mano invisible: destino y lo sobrenatural
Alguien dijo una vez que fue para inventar el heavy metal. Qué gran propósito.
Experiencias cercanas a la muerte. Iommi relata varios encuentros con la muerte, incluyendo un grave accidente de coche donde vio “tres figuras… como ángeles” y un intento de apuñalamiento en el escenario. Estas vivencias le dejaron con la sensación profunda de estar “salvado para un propósito”, insinuando una fuerza guía en su vida.
Encuentros fantasmales. A lo largo de su carrera, Iommi experimentó fenómenos inexplicables. Desde ver fantasmas de niños en un piso de Carlisle hasta encontrarse con un “fantasma amistoso” en su mansión y ser acosado por “inquilinos elevados” en una casa alquilada, estos sucesos extraños lo hicieron cuestionar la realidad y buscar respuestas en la literatura oculta.
Una presencia guía. Iommi a menudo sintió un “quinto miembro invisible” o una “luz guía” que influía en su música, especialmente durante momentos creativos. Esta creencia en un elemento sobrenatural, junto con su interés en la proyección astral y el ocultismo, añadió una dimensión mística a su vida y a la estética oscura de la banda.
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Reseñas
Iron Man es una autobiografía directa de Tony Iommi, que narra su vida y carrera con Black Sabbath. Los seguidores valoran las historias sinceras y las perspectivas sobre la historia de la banda, aunque algunos consideran que el estilo de escritura es sencillo. El libro abarca la infancia de Iommi, la formación de Black Sabbath y su trayectoria musical. Aunque carece de una profunda emoción o análisis, ofrece un relato honesto sobre la fama en el mundo del rock, incluyendo el consumo de drogas y las locuras vividas. La mayoría de los críticos la encontraron una lectura entretenida, aunque no especialmente profunda, para los aficionados de Black Sabbath.