Puntos clave
1. La influencia es tu legado: las 80,000 personas en tu estadio
Si supieras, en este mismo instante, que todas las personas a las que alguna vez influenciaste te estarían esperando en un estadio al final de tu vida, ¿cómo te afectaría eso hoy?
Tu legado definitivo. Imagina un estadio lleno con 80,000 personas: todos aquellos a quienes has influido, para bien o para mal. Esta poderosa metáfora nos recuerda que el verdadero legado no se mide en títulos o riquezas, sino en el impacto duradero que dejamos en el carácter y comportamiento de los demás. Este concepto transformó profundamente la perspectiva del autor durante una crisis personal, cuando cartas de quienes había influido lo salvaron de la desesperación.
Más allá de las redes sociales. Hoy en día, la palabra “influencer” suele asociarse con motivos transaccionales y egoístas, centrados en vender productos. Sin embargo, la influencia genuina es profundamente personal, se construye con una inversión auténtica en los demás. Se trata de inspirar a las personas a ser mejores seres humanos, no solo a comprar algo.
Una elección diaria. En promedio, influyes en 2.8 personas cada día, o 1,025 al año. Esto significa que cada día dos o tres individuos nuevos entran a tu “estadio”. La decisión es tuya: ¿te aplaudirán, te abuchearán o simplemente serán indiferentes a tu impacto?
2. LIDERA con propósito: Eleva, Abraza, Actúa, Dedica
Algunos líderes son CEOs, entrenadores o presidentes, pero la mayoría lidera vidas más silenciosas.
Cuatro cualidades esenciales. Los verdaderos influenciadores encarnan cuatro rasgos clave: Elevar, Abrazar, Actuar y Dedicar. No son exclusivos de figuras públicas; son practicados a diario por personas comunes que generan impactos extraordinarios. El autor comparte historias de una profesora de secundaria, un niño de nueve años jugador de hockey, un líder de pandilla y una monja católica para ilustrar estos principios.
Elevar a los demás. La señora Lynn, profesora de matemáticas, mostró a sus alumnos de octavo grado que importaban al hacer que escribieran palabras positivas unos sobre otros, luego las reunió en cartas personales. Años después, esas cartas fueron atesoradas, incluso encontradas en el casco de un soldado en Vietnam, demostrando el poder profundo de hacer que las personas reconozcan su grandeza inherente.
Abrazar y actuar. Tate, un joven jugador de hockey, acogió a un compañero menos talentoso, Tristan, quien había superado graves problemas de salud, enseñándole al autor sobre la aceptación incondicional. George Taylor, empresario tecnológico, actuó tras un tiroteo de pandillas al involucrar a sus líderes, creando una cervecería con fines de lucro (TRU Colors) que emplea a miembros activos, ofreciéndoles oportunidades económicas y un camino hacia el cambio. La hermana Loreen, tía del autor, dedicó su vida a servir a otros, incluso arriesgando la suya para proteger niños durante la guerra civil en Liberia, encarnando el sacrificio desinteresado.
3. Cultiva interés: Todos tienen una historia
Cada rostro tiene un nombre. Cada nombre tiene una historia.
La base de la influencia. Los verdaderos influenciadores sienten una curiosidad obsesiva por conocer a las personas que los rodean, sean amigos, colegas o desconocidos. Esta curiosidad es el cimiento de relaciones duraderas. La amistad del autor con Bill Reichel, quien luego lo salvó de la ruina financiera, comenzó con una simple pregunta sobre sus joyas.
Más allá de la charla superficial. En lugar de conversaciones triviales, pregunta “¿Cuál es tu historia?” Esta pregunta abierta invita a una conexión más profunda. Ejemplos incluyen a Jayne Hladio, quien compartió la historia milagrosa de la cirugía cardíaca de su hija, y Gary, un gerente de restaurante cuya trayectoria personal llevó al autor a una experiencia gastronómica inolvidable.
Impacto organizacional. Empresas como Footers Catering, propiedad de Anthony y April Lambatos, priorizan contratar personas por sus historias y carácter, no solo por sus currículos. Fomentan una cultura inclusiva donde empleados como Lewis, que disfruta vestirse de drag, son alentados a ser auténticos, lo que ha impulsado un crecimiento rápido y reconocimientos como “Mejores Lugares para Trabajar”.
4. Invierte auténticamente: Transforma transacciones en interacciones y normaliza la amabilidad
La amabilidad no es lo habitual.
Más allá de la transacción. Nuestra vida diaria está llena de encuentros transaccionales: cajeros, baristas, proveedores de servicios. Los influenciadores transforman intencionalmente estos momentos en interacciones significativas. La relación del autor con Barbara en Ess-a-Bagel, inicialmente una “nazi de los bagels”, se suavizó cuando él mostró interés genuino, dando paso a una amabilidad inesperada.
Haz el día de alguien. Esta técnica sencilla consiste en encontrar a alguien con quien interactúas regularmente y hacer que su día sea inolvidable mediante un gesto de curiosidad y bondad. Ejemplos incluyen llevar una hamburguesa con queso a su modista, Hilda, o elogiar a Mike, chef de un diner, por una tortilla excepcional. Estos pequeños actos generan ondas positivas duraderas.
El efecto dominó de la amabilidad. La historia de Houston Kraft sobre Helga, llorando sola en un aeropuerto sin que nadie se detuviera a ayudarla, subraya que la amabilidad no siempre es la norma. Sin embargo, estudios muestran que la generosidad es altamente contagiosa. El hijastro del autor, Anthony, ejemplificó esto al cancelar un almuerzo para comprar lo esencial a un hombre sin hogar, acto que indirectamente lo llevó a ser nominado para West Point.
5. Haz tuyas tus palabras: Promesas cumplidas y comunicación intencional
¡Hacer lo que dices es más importante que decir lo que haces!
De promesas a acciones. Las intenciones y listas no valen sin acción. Las investigaciones muestran que la gente se arrepiente más de lo que no hizo que de lo que hizo. El autor reflexiona sobre Nancy, esposa de un pastor, cuyas buenas intenciones de ayudar a una madre soltera en apuros nunca se concretaron por estar demasiado ocupada.
El poder del cumplimiento. Cumplir promesas, por pequeñas que sean, construye confianza y fiabilidad. El cheque de reembolso de 23 centavos de Ed Larkin y los mensajes diarios de “Te quiero” de Frank DeAngelis durante más de siete años ejemplifican este compromiso inquebrantable. Por el contrario, promesas rotas, como la oferta incumplida de un vendedor de autos, pueden destruir la confianza y generar efectos negativos en cadena.
Comunicación consciente. Más allá de cumplir promesas, hacer tuyas tus palabras implica ser consciente de su impacto. El autor recuerda a su profesora de mecanografía en la secundaria llamándolo “estúpido”, palabra que alimentó años de inseguridad. Sin embargo, el simple “Creo en ti” del entrenador Veltidi antes de un gol decisivo cambió su historia, demostrando cómo las palabras positivas pueden reescribir la percepción y el destino de una persona.
6. Construye rachas de influencia: La consistencia y la presencia importan más
Solo preséntate.
El Cal Ripken Jr. de la influencia. Como la leyenda del béisbol conocida por su racha de juegos consecutivos, los verdaderos influenciadores se “presentan” consistentemente para los demás, especialmente en tiempos difíciles. Esta presencia, aunque parezca lo mínimo, es fundamental. El autor llamó a su amigo Corey todos los días durante un año mientras se divorciaba, y a Scot diariamente tras el suicidio de su hijo, demostrando apoyo inquebrantable.
Encendiendo luces. Cuando alguien está en un lugar oscuro, cada vez que te presentas es como encender una pequeña luz que gradualmente ilumina su camino hacia la salida. Esto requiere consistencia, ya sea diaria o semanal, y priorizar ese compromiso. El autor mantuvo una racha de llamadas los lunes por la mañana con sus amigos Lori y Nate durante sus tratamientos contra el cáncer.
La presencia como regalo. Doug y Susan Stanton, familiares del autor, ejemplifican esto al asistir consistentemente a los eventos de sus hijos, desde partidos de hockey hasta musicales. Su presencia, más que cualquier consejo, les dice a los niños que son amados y que la familia siempre estará ahí, demostrando que presentarse es a menudo el mayor regalo.
7. Sé un inversionista ángel: Da sin esperar nada a cambio
La clave para ser un inversionista ángel es no esperar nada a cambio por tu bondad.
Invertir en potencial. Un “inversionista ángel” en el contexto de la influencia es alguien que brinda apoyo, guía o recursos a otros sin esperar nada a cambio. Phil Hickey, un CEO, ofreció consejos profundos de paternidad al autor en un breve encuentro, una inversión invaluable en su futura vida familiar.
Dar incondicionalmente. Cuando esperas un “yo te debo”, te conviertes en un cobrador de deudas, no en un inversionista. El autor aprendió esto cuando un joven aprendiz, Ben, exigió ayuda a cambio de un favor, erosionando instantáneamente la buena voluntad. En contraste, Bill Graebel ha financiado consistentemente la organización sin fines de lucro del autor por más de dos décadas, pidiendo solo que la bondad se pague hacia adelante.
Pequeños gestos, gran impacto. Las inversiones ángeles no requieren compromisos enormes. La inversión única del autor en Taylor, una adolescente con ansiedad social, al animarla a cantar e invitarla a una academia de liderazgo juvenil, la ayudó a florecer. De manera similar, Denise Murphy, gerente general, compró una bicicleta nueva para el hijo de un cocinero, fomentando lealtad profunda y una cultura laboral familiar.
8. Entiende la intención: La influencia va en ambos sentidos
Puedes decir todas las cosas correctas, conocer a las personas adecuadas, iniciar las mejores organizaciones, recaudar millones, pero si tu visión nunca va más allá de tu propio entorno, no tienes nada.
La espada de doble filo. La influencia es poderosa y puede construir o destruir. El mentor del autor, Blanton Belk, fundador de Up with People, fue una figura pública carismática pero en privado corrosiva y controladora. Esta experiencia le enseñó que la verdadera influencia requiere intención positiva, no solo éxito externo.
Legado de desarrollo. Líderes como Vince Lombardi, a pesar de ganar campeonatos, no formaron sucesores, lo que llevó al declive organizacional. En cambio, Bill Walsh, legendario entrenador de los 49ers, priorizó desarrollar a sus asistentes, creando un “árbol de entrenadores” que produjo numerosos líderes exitosos. Esto resalta que el legado de un gran líder se mide por cuántas personas empodera para superarlo.
Más allá del interés propio. Joe Krenn, gerente general de un club campestre, encarna la filosofía de Walsh al enfocarse en desarrollar a sus empleados como futuros líderes de la industria. Su éxito no se mide solo en cifras financieras, sino en la cantidad de ex pasantes que se convierten en gerentes generales, demostrando que el verdadero liderazgo es cultivar el potencial ajeno.
9. Evita acaparar la atención: Tus acciones definen tu influencia
Tú decides qué tipo de influencia quieres tener en otros, pero no decides la influencia que realmente tienes.
La brecha de percepción. Muchos líderes creen ser una influencia positiva, pero sus seguidores ven otra realidad. Como el consejero de campamento que acaparaba el ventilador, o el jefe de Kelsey que sacrificaba a sus subordinados, los “acaparadores” priorizan su comodidad o ego, arruinando la cultura de una organización que podría ser buena.
La influencia negativa perdura. Se necesitan años para ganar buena influencia, pero segundos para perderla. El cerebro humano recuerda más vívidamente las experiencias negativas (Velcro para lo negativo, Teflón para lo positivo). Una sola interacción negativa requiere cinco positivas para compensar. El comentario grosero del autor a un conductor de hotel, pese a su discurso previo sobre liderazgo, minó instantáneamente su credibilidad ante el personal.
Corrección de rumbo. Shawn Early, ejecutivo de PepsiCo, inicialmente “acaparó el ventilador” tras un descenso, pero una simple interacción con un empleado le recordó sus raíces y misión. Luego priorizó las necesidades de su equipo, lo que llevó a su promoción y a un personal leal y de alto rendimiento. Jackson McConnell, CEO bancario, ejemplifica esto al entregar personalmente mariscos a un camionero varado y negarse a despedir empleados durante la pandemia, demostrando que poner a otros primero es un modelo de negocio exitoso.
10. Abraza la vulnerabilidad: Pide ayuda
La próxima vez que nos vimos en la Cámara, me habló (algo que nunca había hecho antes), y con gran cortesía.
El efecto Ben Franklin. Pedir ayuda, paradójicamente, puede hacer que las personas te quieran más. Benjamin Franklin usó esta táctica para convertir a un rival en amigo al pedir prestado un libro. Cuando las solicitudes son genuinas y sentidas, la gente suele sentirse honrada de ayudar.
Construyendo relaciones auténticas. El autor pide regularmente a líderes empresariales que apadrinen niños desfavorecidos para su academia de liderazgo juvenil, fomentando relaciones profundas y auténticas. Estos benefactores, como Chris Harr y Shawn Early de PepsiCo, se sienten honrados de contribuir, demostrando que pedir ayuda puede ser una poderosa forma de conectar.
Honrando a los demás. La mentalidad de “hacerlo solo”, aunque parezca independiente, puede impedir que honres a otros al no permitirles contribuir. El padrastro del autor, Lou, rara vez pide ayuda, incluso a la familia, perdiendo oportunidades de conexión más profunda. En contraste, el autor pidió al coronel retirado de la Fuerza Aérea Joe Sanders que fuera mentor de su hijastro Anthony, una petición que Joe honró con gusto, generando una relación valiosa para Anthony.
11. La última “I” eres tú: El amor propio impulsa un mayor impacto
No puedes amar ni influir positivamente en la vida de otros hasta que aprendas a amarte y cuidarte a ti mismo.
El principio de la máscara de oxígeno. Así como las azafatas te indican ponerte primero tu propia máscara de oxígeno, debes priorizar tu bienestar para ayudar efectivamente a otros. Descuidar el autocuidado conduce al agotamiento y limita tu capacidad de influencia.
Gratitud y perspectiva. Cultivar gratitud por las bendiciones de la vida cambia el enfoque de lo que te falta a lo que tienes, brindando una visión más positiva y mejor perspectiva. Esta autoconciencia es crucial para identificar y dejar ir compromisos “buenos” que impiden enfocarte en lo “excelente”: tus prioridades centrales como la familia, la fe y el verdadero propósito.
Relaciones para el bienestar. El Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard, que abarca 80 años, encontró que las relaciones fuertes y duraderas son el factor más importante para una vida larga, saludable y feliz. El autor creó “Iron Works”, un foro de pares, para fomentar conversaciones genuinas y vulnerables sobre los desafíos de la vida, demostrando que el interés propio, cuando no es egoísta, puede conducir a conexiones más profundas y crecimiento personal.
12. Multiplica por 10 tu influencia: Enfócate en tu propósito único
Más bien, multiplican por 10 aquello en lo que son los mejores del mundo, lo que puede cambiar más vidas.
Más allá del mínimo. La persona promedio influye en 80,000 vidas, pero los verdaderos influenciadores, o “10xers”, buscan un impacto mucho mayor. Sean Lambert, inspirado por su mentor, transformó su meta de influir en una vida al año en construir miles de hogares para los pobres a través de Homes for Hope, demostrando un impacto exponencial al enfocarse en un propósito poderoso.
Enfoque agresivo. En lugar de dispersar energía en muchos “buenos” proyectos, los 10xers se concentran con láser en aquello que pueden hacer mejor que nadie. Matthew Kelly, autor y conferencista exitoso, redirigió sus vastos talentos para “reenergizar la Iglesia Católica”, creando Dynamic Catholic, que ahora impacta a más de 12,000 parroquias.
Los 10xers cotidianos. No todos los 10xers son celebridades o reformadores institucionales. Lisa Haselden, a pesar de una infancia difícil, sirve incansablemente a su comunidad, comprando una casa para su madre en apuros y cuidando a amigos en duelo. Su pregunta diaria, “¿A quién puedo servir hoy en mi comunidad?”, define su poderosa influencia cotidiana, demostrando que multiplicar por 10 es cuestión de intencionalidad y dedicación a un propósito central, sin importar la escala.
Última actualización:
Reseñas
El Don de la Influencia ha recibido opiniones encontradas, con elogios hacia sus historias inspiradoras y su énfasis en el liderazgo ético, pero también críticas por un tono excesivamente grandilocuente y la falta de consejos prácticos. Los lectores valoran el enfoque del libro en la bondad, las conexiones significativas y el impacto positivo en los demás. Sin embargo, algunos lo consideran repetitivo y demasiado centrado en las experiencias del autor. Su estilo informal y anecdótico conecta con muchos, aunque otros desearían contar con orientaciones más concretas y fundamentadas. En conjunto, se percibe como una lectura que invita a la reflexión sobre el poder de la influencia y el liderazgo al servicio de los demás.
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