Puntos clave
1. El Arte Comunica Sentimientos, No Solo Belleza
El arte es esa actividad humana que consiste en que un hombre transmite conscientemente a otros, mediante ciertos signos externos, los sentimientos que ha experimentado, y en que otros se ven contagiados por esos sentimientos y también los experimentan.
Más Allá de la Estética. Tolstói rechaza la noción predominante de que el arte se trata principalmente de la belleza. En cambio, postula que el propósito fundamental del arte es transmitir sentimientos de una persona a otra. Esta transmisión ocurre cuando un artista evoca intencionalmente un sentimiento dentro de sí mismo y luego lo expresa a través de medios externos, como palabras, sonidos o imágenes, contagiando efectivamente al público con ese mismo sentimiento.
Contagio como Criterio. El éxito de una obra de arte, según Tolstói, depende de su capacidad para contagiar al receptor con la emoción del artista. Esta capacidad de contagio es el criterio clave para distinguir el verdadero arte de meras falsificaciones artísticas. No se trata de habilidad técnica, atractivo estético o complejidad intelectual, sino de la transferencia genuina de sentimiento.
Ejemplos de Contagio. Tolstói ilustra esto con ejemplos sencillos: un niño que relata un encuentro aterrador con un lobo, un hombre que expresa alegría a través de la música, o un artista que representa el sufrimiento en un lienzo. En cada caso, el arte radica en la capacidad de hacer que el público sienta lo que el artista sintió, creando una experiencia emocional compartida que trasciende la soledad individual.
2. La Conciencia Religiosa Define el Verdadero Arte
Siempre, en todos los tiempos y en todas las sociedades humanas, ha existido esta conciencia religiosa, común a todas las personas de la sociedad, sobre lo que es bueno y lo que es malo, y es esta conciencia religiosa la que determina el valor de los sentimientos transmitidos por el arte.
Brújula Moral. Tolstói argumenta que el valor del arte está intrínsecamente ligado a la conciencia religiosa de su tiempo. Esta "conciencia religiosa" no se refiere necesariamente a la religión organizada, sino a la comprensión compartida del bien y del mal que guía la brújula moral de una sociedad. El arte que se alinea con esta conciencia se considera bueno, mientras que el arte que la contradice se considera malo.
Evolución de los Valores. A medida que las sociedades evolucionan, también lo hace su conciencia religiosa. Lo que alguna vez se consideró virtuoso puede ser visto más tarde como dañino, y viceversa. Por lo tanto, el arte debe reflejar los más altos ideales morales de su época para ser verdaderamente significativo y beneficioso.
Ejemplos a Través de las Culturas. Tolstói señala varios ejemplos históricos, como los griegos que valoraban el arte que celebraba la belleza y la fuerza, mientras que los judíos apreciaban el arte que promovía la devoción a Dios. En cada caso, la conciencia religiosa predominante moldeó los criterios para juzgar el mérito artístico.
3. El Arte de las Clases Altas Divide, el Arte Universal Une
El arte cristiano es el único que une a todas las personas sin excepción, ya sea al despertar en ellas la conciencia de que todas están en la misma posición respecto a Dios y a su prójimo, o al evocar en ellas un mismo sentimiento, incluso el más simple, pero no contrario al cristianismo y propio de todas las personas sin excepción.
Exclusivo vs. Inclusivo. Tolstói critica el arte de las clases altas por su tendencia a atender a un público reducido, a menudo a expensas de una conexión humana más amplia. Este arte exclusivo, argumenta, refuerza las divisiones sociales y no promueve la fraternidad universal que es central a los ideales cristianos.
El Poder de la Simplicidad. En contraste, Tolstói defiende el arte que es accesible para todos, independientemente de su estatus social, educación o trasfondo cultural. Este arte universal se centra en sentimientos simples y cotidianos que resuenan con la experiencia humana, como la alegría, la ternura y la compasión.
Ejemplos de Arte Universal. Tolstói cita canciones populares, cuentos de hadas y adornos sencillos como ejemplos de arte que puede unir a las personas a través de divisiones sociales y culturales. Estas formas de expresión, argumenta, son más valiosas que las obras complejas y pretenciosas que solo apelan a unos pocos selectos.
4. El Arte Falsificado Se Basa en el Plagio y los Efectos
El artista profesional vive de su arte y, por lo tanto, debe inventar constantemente temas para sus obras, y así lo hace.
Métodos de Engaño. Tolstói identifica varias técnicas utilizadas para crear arte falsificado, incluyendo el plagio de obras anteriores, la imitación de la realidad con un exceso de detalle, la dependencia de efectos impactantes para estimular los sentidos, y la distracción del público con acertijos intelectuales o contextos históricos.
Plagio e Imitación. Estos métodos, aunque a menudo impresionantes en su ejecución técnica, carecen del ingrediente esencial del arte genuino: el sentimiento auténtico del artista. En cambio, ofrecen un mero simulacro de arte, una imitación vacía que no logra contagiar al público con una verdadera experiencia emocional.
Efectividad y Distracción. Tolstói argumenta que el verdadero arte no debe ser juzgado por su realismo, su impacto visual o su complejidad intelectual, sino por su capacidad para transmitir un sentimiento genuino del artista al público. Estos elementos distraen del propósito central del arte, que es crear una experiencia emocional compartida.
5. El Profesionalismo y la Crítica Pervierten el Arte
Tan pronto como el arte se convirtió en una profesión, la principal y más valiosa propiedad del arte – su sinceridad – se debilitó significativamente y fue parcialmente destruida.
El Artista como Profesional. Tolstói sostiene que la profesionalización del arte, impulsada por incentivos financieros y las demandas de las clases altas, ha corrompido su sinceridad. Los artistas que crean por lucro, en lugar de por genuina inspiración, son más propensos a producir obras falsificadas que se adaptan a los gustos populares.
El Papel de los Críticos. La crítica de arte, según Tolstói, agrava aún más el problema al elevar obras cerebrales y artificiales mientras desestiman expresiones más simples y sentidas. Los críticos, a menudo carentes de la capacidad para una experiencia artística genuina, imponen estándares artificiales y perpetúan un ciclo de imitación y pretensión.
El Daño de las Escuelas. Tolstói también critica las escuelas de arte por enseñar a los estudiantes a replicar los estilos de los maestros del pasado, en lugar de alentarlos a desarrollar sus propias voces únicas. Este énfasis en la técnica sobre el sentimiento, argumenta, produce una generación de hábiles artesanos incapaces de crear verdadero arte.
6. El Arte del Futuro Será Universal y Sincero
El arte del futuro – tal como realmente será – no será una continuación del arte actual, sino que surgirá sobre principios completamente diferentes y nuevos, sin nada en común con aquellos que guían nuestro arte moderno de las clases altas.
Una Nueva Dirección. Tolstói imagina un arte futuro que se libera de las limitaciones de las clases altas y abraza los valores de la fraternidad universal y la expresión sincera. Este arte será accesible para todos, independientemente de su estatus social o educación, y se centrará en sentimientos que unan a las personas en lugar de dividirlas.
Simplicidad y Claridad. El arte del futuro priorizará la simplicidad, la claridad y la brevedad sobre técnicas complejas y simbolismos oscuros. Será un arte que hable directamente al corazón humano, transmitiendo emociones genuinas de una manera que sea fácilmente comprendida y profundamente sentida.
El Papel del Artista. Los artistas ya no serán entretenedores profesionales, sino personas comunes que crean arte por una necesidad interna de compartir sus experiencias con los demás. Este cambio de enfoque asegurará que el arte permanezca fiel a su propósito: conectar a las personas a través de sentimientos compartidos y promover el bienestar de la humanidad.
7. La Ciencia y el Arte Deben Alinear para el Progreso
La ciencia y el arte están tan estrechamente ligados entre sí como los pulmones y el corazón, de modo que si un órgano se pervierte, el otro no puede funcionar correctamente.
Interdependencia. Tolstói enfatiza la estrecha relación entre la ciencia y el arte, argumentando que ambos son esenciales para el progreso humano. La ciencia proporciona el conocimiento y la comprensión que guían la acción humana, mientras que el arte traduce ese conocimiento en sentimiento, inspirando a las personas a vivir de acuerdo con los más altos ideales.
La Perversion de la Ciencia. Así como el arte ha sido corrompido por su búsqueda de la belleza y el placer, la ciencia ha sido desviada por su enfoque en los avances técnicos y la justificación del orden social existente. Esta desviación de su verdadero propósito ha obstaculizado la capacidad del arte para cumplir su propio papel en la promoción del bienestar humano.
Un Llamado a la Verdadera Ciencia. Tolstói hace un llamado a una reorientación de la ciencia hacia el estudio de preguntas fundamentales sobre la vida humana, la moralidad y la organización social. Solo alineándose con la conciencia religiosa de su tiempo, la ciencia puede proporcionar una base sólida para que el arte florezca y contribuya al progreso de la humanidad.
8. El Arte Cristiano Promueve el Amor Fraternal
El propósito del arte en nuestro tiempo consiste en transferir del ámbito de la razón al ámbito del sentimiento la verdad de que el bienestar de las personas radica en estar unidas entre sí y en establecer, en lugar de la violencia que ahora reina, ese Reino de Dios – es decir, de amor – que todos consideramos como el más alto objetivo de la vida humana.
La Esencia del Arte Cristiano. Tolstói define el arte cristiano como aquel que promueve la unión de las personas a través del amor y la fraternidad. Este arte puede tomar dos formas: el arte religioso que expresa directamente sentimientos de devoción y compasión, y el arte universal que transmite emociones simples y cotidianas accesibles para todos.
Rechazando el Arte Divisivo. Tolstói condena el arte que promueve la división y la hostilidad, como las obras patrióticas o sensuales. Argumenta que el verdadero arte cristiano debe trascender estos intereses estrechos y abrazar la universalidad de la experiencia humana.
Una Visión de Unidad. En última instancia, Tolstói imagina el arte como una poderosa fuerza para la transformación social, capaz de reemplazar la violencia y la injusticia con un mundo basado en el amor y la comprensión. Al alinearse con el ideal cristiano de unión fraternal, el arte puede ayudar a la humanidad a alcanzar su máximo potencial.
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Reseñas
¿Qué es el arte? es una obra controvertida de Tolstoy que desafía las concepciones convencionales sobre el arte. Él sostiene que el verdadero arte debe ser accesible para todos, transmitir sentimientos universales y promover valores cristianos. Tolstoy rechaza gran parte del arte clásico y contemporáneo como elitista y moralmente corrupto. Mientras que algunos lectores aprecian su crítica a la comercialización y la desigualdad social en el arte, otros consideran que sus opiniones son extremas y desestiman grandes obras. El libro estimula el debate sobre el propósito y el valor del arte en la sociedad, aunque los argumentos de Tolstoy a menudo son vistos como defectuosos o desactualizados.