Puntos clave
1. Abraza el “Sí, y” para Impulsar la Innovación y la Colaboración.
Con el “Sí, y” no tienes que actuar sobre cada idea, pero sí debes darle a cada idea la oportunidad de ser considerada.
Fundamento de la improvisación. El “Sí, y” es la base de la improvisación, que exige a los participantes afirmar una idea y luego construir sobre ella, en lugar de negarla. Este principio sencillo crea un ambiente donde las ideas no solo se exploran, sino que se potencian y expanden, dando lugar a avances creativos. Se trata de abrir posibilidades, no de cerrarlas.
Aplicación en los negocios. En el mundo corporativo, el “Sí, y” contrarresta la mentalidad común del “Sí, pero”, que ahoga la innovación y la colaboración. Requiere confianza y apoyo, alentando a las personas a contribuir sin miedo a un juicio inmediato. Algunos ejemplos son:
- Redes de contacto: Ayudar a gerentes de recursos humanos introvertidos, como Katie, a conectar enfocándose en construir sobre las ideas de otros.
- Lluvia de ideas: Generar propuestas improbables, como el video de rap sexy de Leggett & Platt para resortes de colchones, suspendiendo el juicio.
- Resolución de problemas: Afrontar crisis, como la ópera rock “Rod Blagojevich Superstar” de The Second City durante una congelación financiera, afirmando soluciones y desarrollándolas.
Más allá de lo obvio. El espíritu del “Sí, y” va más allá del acuerdo verbal explícito. Es la “salsa secreta” detrás de plataformas exitosas de co-creación como Wikipedia, donde los usuarios construyen continuamente sobre contenido existente, y Linux, un sistema operativo de código abierto donde desarrolladores mejoran el código colaborativamente. Esta mentalidad fomenta una cultura donde cada aporte, por pequeño que sea, es un “ladrillo” hacia una “catedral” mayor, promoviendo el progreso colectivo sobre el control individual.
2. Construye Ensambles Altamente Funcionales, No Solo Equipos.
En pocas palabras, las estrellas nacen de los ensambles, sin sacrificar nunca las necesidades mayores del grupo.
Ensamble vs. Equipo. Mientras que “equipos” implica competencia y jerarquía, “ensambles” enfatizan la responsabilidad compartida y la sincronía, donde cada parte se considera solo en relación con el todo. En The Second City, esto significa que no hay “jugadores de banca”; todos están en escena, contribuyendo a la actuación colectiva. Este enfoque ha producido consistentemente talento cómico de primer nivel, demostrando que el brillo individual florece dentro de una dinámica grupal solidaria.
Preservación del talento y diversidad. El genio de The Second City radica en su capacidad para renovar continuamente su fuerza creativa mediante una puerta giratoria de talento. Esto incluye la búsqueda activa de diversidad—de género, raza y origen—no como una cuota, sino como un medio para enriquecer la perspectiva colectiva del ensamble. Por ejemplo, la inclusión de actores de color permitió una sátira matizada sobre la xenofobia post 11-S, como en el personaje del “taxista paquistaní” de Keegan-Michael Key. Esta diversidad asegura una gama más amplia de historias y percepciones, haciendo el arte más relevante y poderoso.
Construcción práctica del ensamble. Para transformar equipos en ensambles, enfócate en:
- Estar en el momento: Estar plenamente presente en las discusiones, evitando distracciones o quedarse en errores pasados.
- Dar y recibir: Equilibrar las contribuciones individuales con el apoyo a otros, como muestra la investigación de Adam Grant sobre los “dadores” que alcanzan mayor éxito profesional.
- Renunciar a la necesidad de tener la razón: Superar el impulso destructivo de dominar las conversaciones, ejemplificado en la anécdota de “Jim”, donde la arrogancia de un ejecutivo senior sofocó la colaboración. Ejercicios como “Hablar sin yo” y “Espejo” ayudan a cultivar estos comportamientos esenciales del ensamble.
3. Co-Crea con Tu Audiencia para Impulsar la Relevancia.
Ya sea que desarrolles comedia, eslóganes de marketing, mejores procesos de producción o eficiencia en la fábrica, la co-creación ofrece una visión extraordinaria y asegura que, al innovar o crear productos nuevos, siempre entregues a tus clientes lo que quieren, incluso si ellos no pueden expresarlo.
Diálogo en lugar de monólogo. La co-creación consiste en entablar un diálogo continuo con tu audiencia o clientes, en lugar de presentar ideas ya formadas. Esto implica encontrar “la idea” colectivamente, no solo “tu idea”, y requiere que los líderes cedan el control. Las primeras dificultades de SCTV con ejecutivos de red que preferían un modelo creativo jerárquico ilustran cómo el control externo puede sofocar la energía creativa.
Erradicar el miedo. La co-creación efectiva es imposible en una cultura dominada por el miedo—al fracaso, a parecer tonto o a lo desconocido. Este miedo se manifiesta como:
- Hacer preguntas: Transferir la responsabilidad a otros en lugar de contribuir.
- Agresión/Gritos: Dominar las conversaciones para ocultar inseguridad.
- Vacilación: Evitar afirmaciones o decisiones claras.
El proceso de audición de The Second City destaca cómo el miedo paraliza a los intérpretes, mientras que los mejores improvisadores lo dejan a un lado para crear libremente.
Co-creación externa. Las empresas pueden aplicar el modelo de co-creación de la improvisación involucrando a los clientes en retroalimentación en tiempo real. Los Clorox Ick Awards, un show en vivo por Twitter donde Rachel Dratch y actores de Second City improvisaban escenas basadas en historias caóticas de padres, generaron más de 160 millones de impresiones en redes sociales. De igual forma, el prototipado rápido, como las sesiones de improvisación de una compañía de tarjetas de crédito con dueños de pequeños negocios, revela insights y permite ajustar mensajes al instante. El Chicago Tribune con “Trib Nation” y “Chicago Live” también ejemplifican la creación de “sets de improvisación” para la participación pública, demostrando que al establecer contexto y gestionar expectativas, las empresas pueden co-crear con seguridad y profundizar la relación con sus clientes.
4. Aprovecha la Comedia y la Improvisación para Navegar el Cambio.
La comedia permite hablar con suavidad pero con fuerza sobre lo que está roto, mientras se argumenta claramente la necesidad de cambio.
Tres elementos de la comedia. Según Anne Libera, la comedia se basa en:
- Reconocimiento: El público ríe al ver verdades compartidas o situaciones familiares (por ejemplo, el sketch del escándalo de Monica Lewinsky).
- Dolor: El humor a menudo surge del malestar, la tensión o temas tabú.
- Distancia: Colocar la verdad y el dolor en un contexto seguro (tiempo, espacio o confianza) permite la risa.
Este marco permite a The Second City abordar temas sensibles, como la reforma educativa (satirizando a Finlandia para el Departamento de Educación de EE. UU.), encontrando terreno común a través del humor compartido.
El golpe doble. La comedia y la improvisación forman un dúo poderoso para el cambio organizacional. La comedia ayuda a identificar y discutir honestamente los problemas, desactivando tensiones y cambiando actitudes. Por ejemplo, Norwegian Cruise Line anima a los ensambles de Second City a satirizar molestias comunes en los cruceros (cabinas pequeñas, bufés, mal clima), permitiendo a los pasajeros reírse de sus frustraciones y liberar energía negativa. Este enfoque de “llamar al elefante” hace que las personas estén más abiertas al cambio.
Respeto vs. Reverencia. Las empresas a menudo fracasan en innovar por una reverencia excesiva hacia productos, historia o líderes existentes. El respeto, a diferencia de la reverencia, permite el diálogo y cuestionar el status quo. El éxito de RealBiz Shorts, que usa la comedia para hacer atractiva la capacitación aburrida en ética y cumplimiento, demuestra que incluso temas delicados se benefician del humor reflexivo. Líderes como Andrew Mason (Groupon) y Reed Hastings (Netflix) mostraron autenticidad al abrazar la irreverencia y admitir fallas, fomentando confianza y posibilitando cambios significativos.
5. Transforma el Fracaso en un Catalizador para el Éxito.
Las organizaciones que aceptan el fracaso como parte natural del proceso creativo pueden experimentar enormes aumentos en productividad, moral e innovación, por lo que vale la pena que los gerentes descubran cómo crear un ambiente seguro donde sus ensambles no teman soltarse.
El fracaso es inevitable. The Second City abraza el fracaso como núcleo de su proceso creativo, desde platos desastrosos (Royster Oyster) hasta aperturas teatrales fallidas (Cleveland) y líneas de productos que no funcionaron (videos de capacitación en ventas). Esta aceptación nace de entender que el desafío constante y la reinvención son clave para mantenerse relevante. Sin embargo, el miedo al fracaso paraliza y drena la savia innovadora de las empresas.
Modelar la valentía. Para fomentar la toma de riesgos, los empleadores deben crear oportunidades de bajo riesgo para que los empleados experimenten. Ejemplos incluyen:
- “Product Roasts”: Las “críticas” internas de productos en Basecamp crean un espacio seguro para identificar fallas sin temor a represalias.
- Plataformas de experimentación: El declive de la radio terrestre se debe en parte a la pérdida de espacios para que jóvenes talentos experimenten, a diferencia de los podcasts que fomentan nuevas voces como Marc Maron.
Las empresas deben ofrecer espacios donde los “fracasos” se vean como tropiezos temporales, no como errores que arruinan carreras.
Seis maneras de fracasar efectivamente: El enfoque de The Second City ofrece un modelo para los negocios:
- Fracasa en público: Acepta el escrutinio público, sabiendo que puede conducir a reconocimiento y redención.
- Fracasa en conjunto: Comparte el riesgo dentro del ensamble, fomentando una cultura de “te cubro las espaldas” que impulsa acciones audaces.
- Fracasa rápido: Pasa rápido de una idea a otra, usando el humor para disipar el poder de los errores.
- Fracasa sin juicio: Permite que los procesos creativos fluyan sin interferencias prematuras de la gerencia.
- Fracasa con confianza: Enfrenta los retos creyendo que el talento y la experiencia llevarán al éxito eventual.
- Fracasa incrementalmente: “Trae un ladrillo, no una catedral,” viendo las ideas como puentes hacia mejores, no como productos terminados.
6. Domina el Liderazgo Dinámico Aprendiendo a “Seguir al Seguidor.”
Los líderes que trabajan con mayor eficacia, me parece, nunca dicen yo. Y no es porque se hayan entrenado para no decir yo. No piensan en yo. Piensan en nosotros; piensan en equipo.
La influencia de Drucker. Las teorías de Peter Drucker sobre estructuras organizacionales “más planas” y “trabajadores del conocimiento” encajan perfectamente con el principio de improvisación “Seguir al seguidor”. Este modelo de liderazgo enfatiza confiar en el ensamble, dar a los intérpretes control sobre su proceso creativo y vincular su trabajo directamente con el consumidor. Desafía las jerarquías tradicionales, reconociendo que el verdadero liderazgo consiste en elevar el desempeño colectivo y construir confianza, no solo en mantener autoridad individual.
“Hazte a un lado.” Los líderes efectivos “construyen el arenero adecuado, contratan a las personas correctas y se apartan del camino.” Esto significa establecer parámetros claros pero permitir que los equipos tengan autonomía para desarrollar ideas sin interferencias constantes. Los productores de The Second City confían en los directores para manejar los ensayos, incluso cuando el material es “horrible” (como el falso apagón en “Southside of Heaven”), sabiendo que los avances creativos suelen surgir de la experimentación libre y la capacidad del director para filtrar retroalimentación para el equipo.
Leer la sala y el contexto. “Seguir al seguidor” mejora la habilidad del líder para “leer la sala”—estar muy atento a la dinámica grupal, el lenguaje corporal y las señales no verbales. Dick Costolo, CEO de Twitter y eximprovisador, aplica esto escuchando las “iniciativas” de los empleados y abordando problemas en lugar de defender el status quo automáticamente. La escena de “Southside of Heaven”, donde un agente TSA revela información personal del público obtenida de Google, subraya cómo entender el contexto y la percepción de la audiencia es crucial en un mundo de flujo constante de información. El liderazgo hoy es menos cuestión de mando y control y más de colaboración, empatía y adaptación a una dinámica siempre cambiante.
7. Cultiva la Escucha Profunda como Tu Habilidad Más Poderosa.
Escuchar es extenderse hacia ese otro yo desconocido, superando tus muros y los suyos.
El problema de la escucha. A pesar de que el 85% de lo que sabemos proviene de escuchar y que dedicamos el 45% de nuestra jornada laboral a ello, los humanos solo comprenden un 25% y apenas un 2% recibe entrenamiento formal. Esta omisión es perjudicial, pues la gran escucha es el núcleo de la gran improvisación. Sin ella, las escenas “se tambalean” y las ideas nunca se construyen, igual que las empresas que no entienden su mercado.
Más allá de la escucha activa. La improvisación exige más que la escucha activa (parafrasear para confirmar comprensión); requiere “escucha improvisacional,” donde cada palabra del compañero es un “regalo” para construir. Esto significa escuchar plenamente, no solo esperar para responder. El dicho “Haz que los errores trabajen para ti,” como un actor que convierte un nombre mal dicho en un giro de la trama, ejemplifica este compromiso profundo. La mala escucha conduce a productos “fuera de marca” (aspirina Ben-Gay, New Coke) porque las empresas no oyen lo que su audiencia realmente quiere.
La práctica de la escucha. Escuchar es un músculo que debe ejercitarse. Ejercicios como:
- Respuesta a la última palabra: Obliga a los participantes a escuchar hasta el final del pensamiento del otro antes de responder, revelando cuán a menudo interrumpimos o malinterpretamos.
- Tocar para hablar y contacto visual para hablar: Construyen atención y conexión fundamentales.
- Juegos de galimatías: Entrenan a los participantes a escuchar la intención más allá de las palabras, enfocándose en el tono y el lenguaje corporal (empatía cognitiva).
Estas prácticas ayudan a las personas a ser más empáticas, seguras y comunicadoras efectivas, reduciendo malentendidos y fomentando mayor colaboración en cualquier entorno.
Última actualización:
Reseñas
Yes, And ha recibido opiniones encontradas, aunque se valora positivamente su enfoque sobre la aplicación de los principios de la improvisación en el ámbito empresarial y del liderazgo. Los lectores destacan la importancia que otorga a la colaboración, la creatividad y la aceptación del fracaso. Sin embargo, algunos critican el libro por resultar repetitivo, excesivamente promocional y carente de profundidad práctica. Mientras muchos encuentran utilidad en los ejercicios y anécdotas de improvisación, otros consideran que el contenido podría haberse presentado de forma más concisa. En conjunto, se percibe como un recurso valioso para quienes desean mejorar la comunicación y fomentar la innovación, a pesar de sus limitaciones.
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